Capítulo 4

LOS GRIEGOS


LOS FILÓSOFOS GRIEGOS 3


ARISTÓTELES

Fuentes: History of Economic Thoght Website about Aristóteles; Aristóteles, Política. New school. Ética a Nicómano (español). Política (en español).

4.1 Según este artículo de Charles A. Ellwood, normalmente se atribuye a Auguste Comte la fundación de la sociología, hecho que yo desconocía. Según Ellwood, Aristóteles deber ser considerado en lugar de Comte el fundador, o al menos el primero en intentarlo, de la ciencia de la sociedad ("Aristotle rather than Comte may be said to have been the first seriously to attempt a science of society."). Aristóteles, según a Ellwood, fue el primero en tratar de coleccionar sistemáticamente y racionalizar el conocimiento sobre el hombre en sociedad. Y como la economía es una ciencia social, no me pareció mal asunto para encabezar esta breve disertación sobre Aristóteles. Según Ellwood, la Politica de Aristóteles excede, pese a su nombre, con mucho del campo puramente político, y trata de estudiar la vida social del hombre como un todo. La Politica aristoteliana debe estudiarse como un sistema de filosofía social más que como un tratado político. Solo los tres últimos de los ocho libros de su tratado están dedicados estrictamente a la política.


4.2 Aristóteles fue alumno de Platón y estudió en la Academia de Platón desde el 367 hasta el 347 antes de nuestra era, es decir, durante 20 años. Pero a pesar de ello, fue un mal discípulo, ya que en muchos aspectos contradice la obra de su maestro. Pero gracias a ello, los aficionados e interesados en la filosofía pueden disfrutar de sus escritos. Por ejemplo, Aristóteles propugna el cambio y el crecimiento económico, frente al estado estacionario de Platón. O la defensa de Aristóteles de la propiedad privada es mucho más clara y abierta.

4.3 Aristóteles empieza con la simple asunción de que hay dos formas humanas primarias y esenciales de asociación, la de hombres y mujeres para la procreación de los hijos (lo mismo en el hombre que en todos los demás animales y en las plantas existe un deseo natural de querer dejar tras sí un ser formado a su imagen. Pol., i. 1); y la asociación de los gobernantes naturales y los gobernados naturales para la seguridad. Ambas formas de asociación son naturales, no deliberatorias. Y ambas se encuentra ejemplificadas en el hogar y en la aldea en su forma primaria y más simple. Todas las demás formas de asociación de los hombres nacen a semejanza de estas dos asociaciones. El hogar, por ejemplo, es la asociación naturalmente formada para satisfacer las necesidades diarias (Pol., i, 2.). La aldea en su forma natural se deriva del hogar (La primera asociación de muchas familias, pero formada en virtud de relaciones que no son cotidianas, es el pueblo... Pol., i,1) Es la asociación más simple de varias unidades familiares para objetivos más que efímeros. Finalmente el Estado es la asociación integrada por varias aldeas en su forma más completa (La asociación de muchos pueblos forma un Estado completo, que llega, si puede decirse así, a bastarse absolutamente a sí mismo Pol., i, 2). Su criterio es plena independencia, autosuficiencia y gobierno autónomo completo (Pol., i, 2). Como el hogar y la aldea, el Estado tiene su existencia natural (el Estado es un hecho natural (Pol., i, 1); para él, las formas más simples de asociación logran su desarrollo completo.

4.4 Tan natural como la familia es la preponderancia del esposo y padre en la familia (Pol., i, 1). A diferencia de su maestro Platón, Aristóteles considera que la familia es el reinado del varón. "El hombre, salvo algunas excepciones contrarias a la naturaleza, es el llamado a mandar más bien que la mujer..." (Pol., i, 5)

4.5 Si el Estado es una asociación natural, el hombre es por naturaleza un animal político (La naturaleza arrastra pues instintivamente a todos los hombres a la asociación política. idem). El impulso a la asociación política es innato. Incluso cuando no hay necesidad de servicio mutuo, los hombres están ansiosos de vivir juntos (Pol., iii, 6.). Pero al mismo tiempo no debe negarse que la ventaja común es también un motivo de unión. La vida social organizada es esencial para la vida del hombre como hombre. El individuo se ha desarrollado dentro y a través de la sociedad. En el orden de la Naturaleza, el estado es prioritario al individuo, así como el todo es prioritario a su parte.

4.6 Después de definir lo que es natural y lo que no lo es, Aristóteles pasa a considerar la esclavitud como natural. Justifica la esclavitud en función del nacimiento: "El que por una ley natural no se pertenece a sí mismo, sino que, no obstante ser hombre, pertenece a otro, es naturalmente esclavo. Es hombre de otro el que en tanto que hombre se convierte en una propiedad, y como propiedad es un instrumento de uso y completamente individual. ... Porque el mandar y ser mandados no solamente son cosas que la necesidad requiera, sino que también son útiles; y ya desde el nacimiento, salen unos para ser mandados y otros para mandar... Asimismo el macho, comparado con la hembra, es por naturaleza el más principal, y ella inferior; y él es el que manda y ella la que obedece. Pues de la misma manera es necesario que este principio ocurra entre todos los hombres. Todos aquellos que difieran de los otros como el alma del cuerpo o los hombres de los animales, como ocurre con aquellos cuya actividad sea el uso de su cuerpo -y que esto sea lo mejor que saben hacer- son por naturaleza esclavos, para los cuales lo más conveniente es como en los casos citados, ser gobernados por sus dueños".

4.7 El amo lo es por su naturaleza superior a la del esclavo: "es necesario que se unan como una pareja aquellos elementos que no pueden estar el uno sin el otro, como con el macho y la hembra para conseguir engendrar...; como ocurre con el ser que gobierna y el ser que obedece para su mutua conservación. Así, el ser que con su inteligencia puede prevenir las cosas es un jefe natural y por naturaleza dueño, y aquel que con su vigor corporal es capaz de realizar las cosas, por naturaleza es un subordinado y es esclavo por naturaleza. Por esto el señor y el esclavo tienen el mismo interés común."

4.8 De la última frase se deduce que Aristóteles ve incluso que la relación amo - esclavo puede ser , no sólo justa y natural, sino además beneficiosa para ambos, no sólo para el amo. Entonces para Aristóteles la esclavitud es tan natural como la familia. Incluso llega a considerar a los esclavos como miembros de la familia:

"...cualquier ciudad consta de familias,..., la familia si es perfecta consta de esclavos y de libres." y "Los elementos de la economía doméstica son precisamente los de la familia misma, que, para ser completa, debe comprender esclavos y hombres libres (Pol., i, 2)".

4.9 Aristóteles se ve en problemas para justificar que algunos tipos de esclavitud sean naturales . Aristóteles, aunque no fue de origen tan aristocrático como Platón, era igualmente defensor de la aristocracia. Y tiene que justificar la esclavitud de algún modo, ya que sin esclavos y extranjeros, el mundo productivo aristrocrático se hundiría. Por lo visto, en aquella época, había un movimiento abolicionista, del que sólo tenemos noticias por el mismo Arsitóteles, y del que desconocemos autores y obras: "Otros, por lo contrario, pretenden que el poder del señor es contra naturaleza; que la ley es la que hace a los hombres libres y esclavos, no reconociendo la naturaleza ninguna diferencia entre ellos; y que por último la esclavitud es inicua, puesto que es obra de la violencia" (Pol., i, 2) y "Hay quienes tienen la opinión que el poder del señor sobre el esclavo es cosa fuera de la naturaleza, porque es en virtud de una ley que este es esclavo y el otro libre; pero en cuanto a la naturaleza no difieren en nada y que por esto no es justa la esclavitud, pues es cosa forzosa y violenta" (Fuente).

4.10 Algunos en la época criticaban la esclavitud por considerarla como una mera convención humana, no natural, e incluso contrario a la naturaleza, y por lo tanto injusta. Aristóteles niega esta afirmación y afirma que igual que algunos están hechos para gobernar y otros para ser gobernados, unos están hechos para mandar y otros para obedecer, unos nacieron para ser amos y otros para ser esclavos. El amo, por su naturaleza, puede analizar, prever y tomar medidas con el ejercicio de su mente; el esclavo puede comprender los razonamientos de los demás pero no razonar por si mismo. Aunque se le liberara, no podría razonar y sería un inadaptado. Cuando la relación entre amo y esclavo es natural, pueden formar una comunidad de intereses. Es más, afirma que amo y esclavo pueden ser incluso amigos. Pero el razonamiento se derrumba cuando analiza que en su época había esclavos no por nacimiento, sino por deudas imapagadas o cautivos enemigos de guerras anteriores. Aquí no tiene más remedio que reconocer que este tipo de esclavitud no se adapta a su esquema, y es sólo el poder el que sustenta este tipo de esclavitud. Al final no tiene más remedio, para que su esquema sea coherente, de asegurar que hay dos clases de esclavitud: la natural, por nacimiento, y la legal, que es más amplia y no es natural ni justa en los casos de aquellos que nacieron libres y fueron esclavizados por una causa y otra.

4.11 En un principio se usaba como dinero cualquier mercancía no perecedera. Después se comenzó a usar las monedas de oro y plata porque se evitaba la molestia de pesar el metal: "Se convino en dar y recibir en los cambios una materia, que, además de ser útil por sí misma, fuese fácilmente manejable en los usos habituales de la vida; y así se tomaron el hierro, por ejemplo, la plata, u otra sustancia análoga, cuya dimensión y cuyo peso se fijaron desde luego, y después, para evitar la molestia de continuas rectificaciones, se las marcó con un sello particular, que es el signo de su valor" (Pol., i, 3). Se convino en dar y recibir en los cambios una materia, que, además de ser útil por sí misma, fuese fácilmente manejable en los usos habituales de la vida; y así se tomaron el hierro, por ejemplo, la plata, u otra sustancia análoga, cuya dimensión y cuyo peso se fijaron desde luego, y después, para evitar la molestia de continuas rectificaciones, se las marcó con un sello particular, que es el signo de su valor" (Pol., i, 3). Pero debido a su caracter imperecedero, las monedas no sólo facilitaban el comercio, sino también la acumulación (antinatural, según Aristóteles) de riqueza: "Esta es la causa de que se suponga muchas veces, que la opulencia consiste en la abundancia de dinero..." (Pol., i, 3). Pero el dinero no satisface de forma inmediata las necesidades de la vida, y por eso es antinatural: "...y sin embargo, este dinero no es en sí mismo más que una cosa absolutamente vana, no teniendo otro valor que el que le da la ley, no la naturaleza, puesto que una modificación en las convenciones que tienen lugar entre los que se sirven de él, puede disminuir completamente su estimación y hacerle del todo incapaz para satisfacer ninguna de nuestras necesidades" (Pol., i, 3). Tan débil es el razonamiento de Aristóteles en cuanto al dinero que no duda en citar al mitológico Rey Midas.

4.12 Para Aristóteles es natural todo aquello que es usado en orden al fin que fueron creados. Todas las cosas tienen un doble uso, uno natural, cuando es acorde a su naturaleza, y otro no natural o antinatural, el comercio: "Toda propiedad tiene dos usos que le pertenecen esencialmente, aunque no de la misma manera: el uno es especial a la cosa, el otro no lo es. Un zapato puede a la vez servir para calzar el pie o para verificar un cambio. Por lo menos puede hacerse de él este doble uso. El que cambia un zapato por dinero [comercio normal por dinero] o por alimentos [trueque] con otro que tiene necesidad de él, emplea bien este zapato en tanto que tal, pero no según su propio uso, porque no había sido hecho para el cambio (Pol., i, 3). Pero aquí el mismo filósofo griego se contradice, ya que a continuación pasa a afirmar que el trueque (en definitiva una forma de comercio), es natural: "Este género de cambio es perfectamente natural, y no es, a decir verdad, un modo de adquisición, puesto que no tiene otro objeto que proveer a la satisfacción de nuestras necesidades naturales" (Pol., i, 3). Las formas no naturales de adquisición de riqueza están relacionadas con el dinero. La riqueza monetaria carece de límites, la adquisición de riquezas es un fin en si mismo y por eso es no natural. Cuando se usa una cosa para comerciar y se intercambia por dinero en el intercambio, se está usando en un uso o destino distinto al natural. El comercio, el transporte, el empleo de trabajo en estas especialidades y los préstamos a interés son no naturales. Entre todos ellos, el más antinatural es el último. Si el dinero de por si es antinatural, prestar dinero a cambio de la promesa de recibir una cantidad de dinero mayor a su devolución es lo más antinatural de todo. Mientras en las transacciones normales de mercancias a cambio de dinero son antinaturales, pero al menos se mueven mercancias, en el préstamo de dinero a interés sólo se mueve dinero. El dinero no produce nada, sólo sirve de medio de intercambio, y si produce algo, es más dinero. Esto va en contra de su naturaleza, que es ser un medio para facilitar el intercambio.

4.13 Aristóteles comparte con Platón su aversión hacia el comercio y el trabajo a cambio de dinero. Aristóteles, sin embargo, sólo condena aquellos intercambios que tienen como finalidad ganar dinero. No condena el trueque, al que ignora por completo. es más, podría ser que fuese compatibe el dinero como mera unidad de cuenta, al estilo del ECU en la Comunidad Económica Europea. Dos individuos podrían fijar el trueque determinado el precio en términos monetarios, pero después realizarían el trueque sin usar el dinero, es decir, como un simple medio para simplificar los cálculos.

4.14 Aristóteles disiente de Platón en que se deben poner límites a la acumulación de riquezas. Símplemente pone el énfasis en que se debe limitar la población mas que la propiedad. La pobreza es la madre de la revolución y el crímen. Para Aristóteles es mejor limitar los deseos que la riqueza., y la primera se consigue mediante la educación. Los deseos humanos son ilimitados, y los bienes son limitados. Sólo la educación puede salvar esa contradicción. La educación es importante pata limitar los deseos de riquezas. Este punto tiene un cierto sabor maltusiano. Desconocemos si Malthus leyó a Aristóteles, pero si lo leyó, es muy probable que la idea matusiana venga originalmente del filósofo griego.

4.15 Aristóteles intenta determinar la justicia en los intercambios. Lo que pasa es que no se sabe muy bien que unidad de medida estipulaba. Si un constructor quiere intercambiar una casa por los zapatos de un zapatero. A todos nos parece lógico que deben intercambiar la casa por más de un par de zapatos. Naturalmente se han elegido estos dos items porque nadie duda que una casa corresponde a más de un par de zapatos. Si fueran pollos y zapatos, sería más discutible. Pero, ¿por cuantos? Si A es la casa y B un par de zapatos, la razón se podría establecer matemáticamente así:

A= x.B

La incognita sería x, la cantidad de pares de zapatos que deben intercambiarse por una casa. Durante siglos se ha interpretado que la razón de intercambio debe ser la relación entre las cantidades de trabajo (teoría del valor-trabajo). Esta interpretación estuvo vigente como única hasta mediados del siglo XIX. Hoy en día los economistas se decantan mayoritariamente por la utilidad subjetiva. Hoy en día tan sólo los marxistas abogan por la teoría del "valor-trabajo". La teoría de la utilidad parece más consistente que la del valor-trabajo. Las cosas que tienen valor (el aire en general no lo tiene), es porque se necesitan: "si los hombres no necesitaran en absoluto las cosas de los demás, no habría intercambio de ninguna clase o, en caso de haberlos, serían de tipo distinto". Algunos incluso ven en el filósofo griego un esbozo de la utilidad decreciente. En la Política, Aristóteles afirmó que si una cosa útil es excesivamente abundante puede que no sirva de nada. Es curiosos, pero en las traducciones al castellano de La Política de Aristóteles que existe en Internet no figura el párrafo en que habla de la utilidad decreciente, así que tuve que traducirlo directamente del inglés, donde hay numerosas traducciones completas al idioma de Shakespeare:

"external goods have a limit, like any other instrument, and all things useful are of such a nature that where there is too much of them they must either do harm, or at any rate be of no use" (Aristóteles, Política, Libro VII, 2º párrafo) (Fuente wikipedia en inglés). Mi propia traducción al castellano: "las mercancías externas tienen un límite, como cualquier otro instrumento, y todas las cosas útiles son de tal naturaleza que donde hay demasiado de ellas, o deben ser perjudiciales, o en todo caso, ser de ninguna utilidad".

4.16 Aristóteles sin duda buscaba un canon de justicia en la formación de precios y lo encuentra en la equivalencia entre lo que un hombre da y recibe. Desde que ambas partes en un acto de compra-venta o trueque deben necesariamente ganar, en el sentido de que deben preferir su situación económica después del acto económico a la situación económica en que se encontraban antes -o de lo contrario no tendrían ninguna motivación para realizar tal acto- no debe haber ninguna equivalencia el valor de utilidad o subjetivo de las mercancías intercambiadas o entre la mercancía y el dinero pagado o recibido. Aristóteles no pudo o no supo avanzar más allá de este punto. Y algunos historiadores han pretendido ver en este punto fallido de Aristóteles que este filósofo griego estaba pensando en algún valor absoluto del cual dependería el valor de todas las cosas y que fuera independiente de las circunstancias o valoraciones humanas. Sin embargo, lo más lógico es pensar que Aristóteles sólo alcanzó a reconocer el valor en cambio, pero no a explicarlo. Aristóteles condenó el monopolio por su formación de precios superiores en caso de no-monopolio. En este contexto  de su oposición al monopolio, lo más razonable es suponer que Aristótles pensara que los precios de competencia perfecta estuvieran dados para el individuo, y que serían los más bajos/altos que un comprador/vendedor pudiera obtener y, por lo tanto, serían el precio justo, que sería lo que los escolásticos tardíos pensaron.


4.17 Las opiniones el gran filósofo Aristoteles son particularmente importantes porque la estructura entera de su pensamiento tenía un enorme e incluso una influencia dominante en los pensadores del pensamiento económico y social de la Alta y Baja Edad Media, que se consideraban a sí mismo comoaristotélicos.

4.18 Aunque Aristoteles, en la tradición griega, despreciaba los beneficios monetarios y fue apenas un partidario del laissez-faire, él dispuso una discusión mordaz a favor de propiedad privada. Quizás influenciado por los argumentos a favor de la propiedad privada de Demócrito, Aristoteles dio un ataque convincente contra el comunismo de la clase dirigente realizado por Platón. Él denunció el fin de Platón de la unidad perfecta del Estado con el comunismo precisando que tal unidad extrema funciona contra la diversidad de la humanidad, y contra la ventaja reciproca que cada uno cosecha a través del intercambio del mercado. Aristoteles entonces contrastó punto por punto la propiedad privada contra la comunal. Primero, la propiedad privada es mucho más productiva y por lo tanto conducirá al progreso. Los bienes poseídos en común por una gran cantidad de gente recibirán poca atención, puesto que la gente consultará principalmente su propio interés y descuidará cualquier deber que ellos puedan endosarle a otra persona. En cambio, la gente dedicará el interés y el cuidado más grande a su propios bienes.

4.19 En segundo lugar, uno de los argumentos de Platón sobre la propiedad comunal es que conduce hacia la paz social, ya que ninguno puede ser envidioso o tratar de robar lo que es de todos. Aristóteles replicó que la propiedad comunal llevaría a un conflicto continúo e intenso, ya que cada uno se quejaría de que ha trabajado más duro y obtenido menos que otros que han hecho menos y han obtenido más del almacén comunal. Aún más, no todos los crímenes y revoluciones, declaró Aristóteles, están promovidos por motivos económicos. Como Aristóteles explicó mordazmante, 'los hombres no se convierten en tiranos para no pasar hambre'.

4.20 En tercer lugar, la propiedad privada está firmemente implantada en la naturaleza humana: su amor propio, del dinero y de las propiedades está atado a su amor natural por la propiedad exclusiva.

4.21 En cuarto lugar, Aristóteles, un gran observador del pasado y del presente, señaló que la propiedad privada ha existido siempre y en todos los lugares. Imponer la propiedad comunal sería tanto como despreciar la experiencia humana y dar un salto en el vacío y al probar algo nuevo. Abolir la propiedad privada conduciría a crear más problemas de los que resolvería.

4.22 Por último, abolir la propiedad privada impediría a la gente actuar moralmente practicando las virtudes de la benevolencia y la filantropía.

4.23 Aunque Aristóteles se opuso claramente a los beneficios, sin embargo también se opuso a toda prohibición -como Platón había defendido- a la acumulación individual de la propiedad privada. En su lugar, la educación debe enseñar a la gente a contener voluntariamente sus deseos desenfrenados y a llevarlos a limitar su propia acumulación de riqueza. a pesar de su fuerte defensa de la propiedad privada y su oposición a los límites de la abundancia, Aristóteles estaba tan lleno de menosprecio hacia el trabajo y el comercio como sus predecesores. Desafortunadamente Aristóteles acuñó una engañosa distinción proto galbritiana entre necesidades 'naturales', que deben ser satisfechas y antinaturales, que no tienen límites y deben ser abandonadas. No hay argumento plausible en los cuales basarse para afirmar, como Aristóteles cree, los deseos cumplimentados con el trabajo o el trueque de subsistencia son 'naturales', mientras que los intercambios realizados a través del dinero, que en general son más productivos, son artificiales, 'antinaturales', y por lo tanto, censurables. Los intercambios que conllevan ganancia monetaria son simplemente denunciados como antinaturales e inmorales, especificamente actividades como el comercio al por menor, al por mayor, el transporte y el 'alquiler' de trabajo. Aristóteles tenía una gran animaversión contra el comercio al detall, ya que es el que directamente sirve al consumidor, el que él quería ver eliminado totalmente.

4.24 Aristóteles es escasamente consistente con sus elucubraciones económicas. Aunque condena el intercambio monetario como inmoral y artificial, elogia la red de intercambio que mantiene la ciudad unida a través de un mútuo y recíproco toma y daca.

4.25 La confusión de Aristóteles entre su análisis y su moral se vuelve a repetir en su discusión sobre el dinero. Por una parte ve que el dinero facilita mucho la producción y el intercambio. También ve que el dinero representa la demanda general. También ve que el dinero elimina el grave problema de la coincidencia de las necesidades, o sea, que ambas personas coincidan en desear la mercancía del otro directamente. Ahora cada persona puede vender mercancías por dinero. Más aún, el dinero sirve como un almacén de valor para ser usado en compras en el futuro.

4.26 Aristóteles, sin embargo, creó un gran problema en el futuro al condenar moralmente el préstamo de dinero a interés como 'antinatural'. Ya que el dinero no puede ser usado directamente y se emplea sólo para facilitar los intercambios, es 'esteril' y no puede incrementar la riqueza. Por lo tanto, al cargar intereses, que Aristóteles incorrectamente consideraba que implicaba una productividad directa del dinero, fue fuertemente condenado como contrario a la naturaleza.

4.27 Aristóteles hubiera hecho mejor en evitar tal condena moral y tratar de adivinar porqué el interés se paga universalmente. ¿No debe haber algo natural, después de todo, en el interés? Y si él hubiera descubierto la razón económica de cargar -y pagar- intereses, quizás habría entendido que tales cargas son morales y no artificiales.

4.28 Aristóteles, como Platón era hostil al crecimiento económico y favoreció una sociedad estática, todo lo cual encuadra con su oposición a las ganancias comerciales y la acumulación de riqueza. La visión del viejo Hesíodo del problema económico de la asignación de recursos escasos para la satisfacción de necesidades fue virtualmente ignorado tanto por Platón como por Aristóteles, quienes en su lugar aconsejaron reducir los deseos a los medios disponibles (Recordemos que Hesíodo tenía una actitud más productivista y enfocada al trabajo Capítulo 2).

4.29  Platón enfrentó el problema de la escasez queriendo establecer una reglamentación estricta (recordemos, los pobres debían tener lo suficiente como para alimentarse y alimentar a su familia, para vivir, y los más ricos, como mucho, cuatro veces esa mínimo vital), reglamentación que debía estar vigilada y aplicada por el Estado. Aristóteles, al contrario, enfrenta el problema de la escasez mediante la virtud y la educación. Sólo hay tres maneras de que una persona pueda ser virtuosas, a saber: por naturaleza, hábito o razón. La naturaleza está dada y no está bajo nuestro control. Pero los hábitos y la razón son cosa de la educación. La educación de los hábitos debe preceder al de la razón, dicho de otro modo, la educación del cuerpo debe preceder al de intelecto. O dicho de un tercer modo: la educación de la parte irracional del alma, los apetitos, debe preceder a la educación de la parte racional del alma, el intelecto. Para decirlo aún más claro, tanto uno como otro, para afrontar el problema de la escasez, estaban a favor de restringir el consumo. La diferencia es que Platón confiaba en el Estado y Aristóteles en la educación (en su más amplia definición, tanto de los sentidos como del intelecto).

4.30 Aristóteles tuvo una gran repercusión en la Iglesia católica, y a través de ella, en toda la sociedad romana y medieval hasta el siglo XVI. Temas como el comercio, las ganancias de él derivadas y los prestamos a interés (la usura) se debatieron en la sociedad medieval, pero eso será tema de los siguientes capítulos.

Capítulo 3

LOS GRIEGOS


LOS FILÓSOFOS GRIEGOS 2


PLATÓN

Fuentes: La República.

3.1 Platón era miembro de la aristocracia y, por lo tanto, consideraba al trabajo manual como denigrante. En cambio, el Antiguo Testamento, y otros filósofos griegos ya estudiados, valoraban el trabajo humano. En la Biblia, como veremos más adelante, se valoraba mucho el trabajo. Platón consideraba a los que realizaban un trabajo físico como despreciables. Platón era un clasista, orgulloso de los de su clase y que consideraba que el gobierno de la sociedad se debía entregar a los mejores, a los más sabios, a la aristocracia, el gobierno de los mejores. A simple vista, esto parece contradictorio, ya que un individuo recién venido al mundo e hijo de aristócratas no tiene porque ser más sabio que el hijo de un pobre. Platón salva esta contradicción aparente asegurando que la educación es todo en un individuo y que, los hijos de los aristócratas, con una educación excelente, tras largos años de educación y tras un largo proceso de selección, podían llegar a la edad que él cifraba en 50 años, a la categoría de reyes-filósofos, o en su caso, de filósofos a secas (en el sentido de sabio). Este argumento del gobierno de los mejores llegó a seducir a mucha gente a finales del siglo XIX y principios del XX, con lo que se denominó darwinismo social, aunque aquí el factor determinante no era la aptitud intelectual sino la mera posesión de bienes materiales. El lector probablemente no encontrará ningún documento que relacione a Platón con esta corriente filosófico-social, pero la relación en términos generales, ya que ambos se basan en el gobierno de los mejores, o diciéndolo en términos darwinianos, de los más aptos, que más o menos viene a ser lo mismo. Los escritos de Platón han seducido a millares de personas durante siglos y fue bastante leído entre las clases gobernantes británicas y norteamericanas a finales del XIX*. Naturalmente los que se han dejado seducir por Platón son aquellos que se consideran por méritos propios incluídos en el grupo de los más sabios. Y hasta si me veo en un aprieto, reconozco que el nazismo tiene su base ideológica en Platón. Basta con sustituir la clase social aristocracia con el concepto de "raza aria". Los mejores o los más aptos no son ya los aristócratas, sino los que tienen características raciales arias. Altos, rubios o pelirrojos, de piel clara, más o menos como Hitler. Bueno, esto es un mal chiste.
* En esta web en inglés se lee: "Social Darwinism is a belief, popular in the late Victorian era in England, America, and elsewhere, which states that the strongest or fittest should survive and flourish in society, while the weak and unfit should be allowed to die. " Traducido: "El darwinismo social es una creencia muy poopular en la era Victoriana tardía en Inglaterra, en EEUU y en otros lugares que establece que el más fuerte o el más apto deben sobrevivir y prosperar en la sociedad, mientras que se debe permitir que mueran los débiles y los no aptos".

3.2 Platón propugnaba una sociedad dividida en tres castas, este término está mejor aplicado que el de "clase social", ya que la escasa o nula movilidad social que planteaba en su esquema prácticamente condenaba a los que nacían en una casta a vivir en ella y tener sus hijos en la misma. La casta más baja era la de los despreciados productores (agricultores, artesanos, constructores, comerciantes, vendedores, etc), los cuales, de acuerdo a su valoración social del trabajo físico por Platón, eran los de nivel social más bajo. Estos eran los más rudos para soportar el duro y despreciado trabajo físico. La casta del medio era la de los guardianes, los soldados, los que encarnan el valor. La tercera y superior casta era la de los filósofos, los que encarnaban la sabiduría y el intelecto, en cuya cúspide debería haber uno o varios reyes filósofos. La justificación filosófica de Platón da a su sociedad dividida en castas es la siguiente: cada ser humano está dividido en tres partes: "una que anhela, otra que pelea y otra que piensa", y la jerarquía adecuada dentro de cada alma se supone que es, primero la razón, después la lucha, y por último, el más abajo, el sucio deseo.

3.3 De la casta inferior de los productores, Platón asegura que deben ser los únicos habilitados para manejar dinero y tener propiedades privadas y una familia tradicional. O sea, más o menos, el sistema social de la familia tradicional que perduró durante siglos. Platón asegura que:

1.- las otras dos castas no deben poseer propiedades privadas sino en común con los otros miembros de su casta.

2.- las otras dos castas no deben poseer dinero

3.- las otras dos castas deben comer todos de la mismas comida comunitaria. El día que hay lentejas, o las tomas o las dejas.

4.- el estado debe arreglar los matrimonios de los miembros de las dos castas superiores a semejanza de como los ganaderos seleccionan que macho juntar con que hembra para obtener un mejoramiento de las razas animales.

5.- los miembros de estas dos castas superiores no sólo debían compartir bienes y comidas, sino también las mujeres y los hijos. Asusta pensar que, en una época en que no existían profilácticos, de adoptarse la propuesta de Platón, las enfermedades de transmisión sexual deberían haber corrido como un reguero de pólvora.

6.- los hijos de las dos castas superiores debían sufrir un proceso de selección que debía deshechar los inútiles o defectuosos.

7.- los hijos de las dos castas superiores deben ser educados por el Estado. De la casta de los guardianes Platón no escribió mucho, pero si de la de los filósofos o sabios, entre los que se encuadraba él mismo. En concreto Platón aseguró que los filósofos debían ser educados hasta la edad de 50 años, en que si los más sabios lo consideraban apto, era admitido en la categoría de los filósofos o gobernantes. Asi pues era una vida dedicada enteramente al estudio, pero con actividades físicas recreativas como la gimnasia.

8.- los miembros de la casta superior debían tener cualidades morales y virtuosas apropiadas, en las cuales debían ser adiestrados desde la más tierna infancia, así como en las distintas ciencias de la época.

9.- Platón no permite los préstamos, y menos a interés. Si una persona presta dinero a otra, es meramente en la confianza personal. El prestatario no tiene la obligación moral de devolver el dinero ni pagar los intereses.

10.- Las clases dirigentes (soldados y filósofos) no deben corromperse por poseer dinero ni bienes, y solo los productores pueden acumular bienes. Pero esto no les serviría para subir en la escala social. Asi pues, el dinero no es el elemento para subir en la escala social, ya que ni siquiera se puede realizar tal cosa. Por decirlo en nuestras propias palabras, un productor rico es tan despreciable como otro pobre, aunque lo de la riqueza es relativo. Para los miembros libres de la casta inferior, sus ingresos deben tener un límite inferior y otro superior. El primero debe ser el mínimo necesario para el mantenimiento de si mismo y su familia. El segundo debe ser cuatro veces el primero.

11.- Los miembros de las dos clases superiores no deberían ser sometidos a pleitos ni a disputas familiares ni a las repetidas vejaciones del padre.

12.- La libertad de expresión o de investigación es un anatema para Platón. Las artes son mal vistas, y las vidas de los ciudadanos deben ser vigiladas para suprimir cualquier idea o pensamiento peligroso que pueda surgir a la superficie.

De los primeros cinco puntos anteriores se deriva lo que algunos han llamado comunismo platónico.

3.4 El gobierno de la sociedad debía ser entregado a manos de los miembros de la casta más elevada que hubiesen acreditado, a la edad pertinente, tener las mayores cuotas de sabiduría y virtud. Platón no aboga aquí exactamente por la tiranía, despotismo u oligarquía, sino por el gobierno de los más sabios, los reyes filósofos. De los distintos tipos de gobierno (democracia, aristocracia, despotismo, tiranía, timocracia u oligarquía), el ideal es el de la aristocracia.  Platón despreciaba la democracia ateniense, porque traería el crecimiento y este, al ascenso social de los más ricos, y esto acabaría con su estado ideal. Una vez alcanzado ese estado ideal, no debería cambiarse nada. Aunque estaba, a diferencia de su discípulo Aristóteles, a favor de la emancipación de la mujer, se mostraba contrario a la movilidad social. Creía firmemente que las buenas características de los guardianes (el valor) y los reyes-filósofos (la sabiduría) se transmitían via genética a la descendencia. Y también las malas. Proponía seguir la selección artificial que se aplica a la procreación de los animales, desechando a los débiles y enfermos, tal como hacían los espartanos.

3.5 Para hacer posible que los filósofos obtengan y conserven el poder, propugnó la difusión de mentiras entre la población sobre el caracter divino y el menor linaje de las clases más bajas. Estas mentiras las calificó de "inocentes", "medicinales" o "nobles".

3.6 Platón fue el primero en confrontar la propiedad comunal con la privada. Tanto la riqueza como la pobreza produce malas consecuencias. La riqueza produce ociosidad. La pobreza , conductas indignas y una disminución en la destreza en el oficio. Las clases dirigente (soldados y filósofos) deben estar libres de las preocupaciones de la propiedad privada y de la familia. Ambas clases sociales deben esforzarse en cumplir aquello para lo que la sociedad les destina, la vida militar y el gobierno.

3.7 La contribución más genuina y original de Platón al Pensamiento Económico fue la aparición de la división del trabajo, aunque de una manera muy diferente a como lo haría dos mil años después Adam Smith. Ya que su filosofía social está basada en la necesaria separación entre clases (mejor dicho, castas), Platón tiene que demostrar que esta división está fundada en la naturaleza humana, en particular en su diversidad y desigualdad. Los obreros y campesinos deben ser aquellos que tienen fuerza física para desarrollar tan penosas y rudas tareas. Pero los productos que estos producen y los que los mercaderes importan se quedarían sin vender si no hubiese vendedores que los hiciesen atractivos al público. Los vendedores deben escogerse entre aquellos cuya falta de fuerza física los hicieran inútiles para otros trabajos. Huelga decir que los más valerosos y fuertes deben ser soldados, y los más sabios, reyes-filósofos.

3.8 Aunque esta división social del trabajo es muy diferente a la de Adam Smith, ya que esta última está basada en los principios de la mayor destreza conseguida con la repetición de la misma tarea y el ahorro de tiempo al cambiar de una tarea a otra, sin embargo coincide con la del escocés en que produce un incremento de la producción. Este aumento productivo no es fruto de la especialización o la simplificación de tareas, sino en que cada individuo es puesto en la casta y el oficio que le corresponde. Recordemos que, según Platón, todas las características se heredan y que él propugnaba hacer copular hombres y mujeres como si fuesen ganado, en atención a sus características físicas y mentales. Por tanto, los hijos de los miembros de una casta debe tener por herencia las características fisicas y mentales para formar parte de esa casta. Y si surgiese algún individuo “no apropiado”, debe ser eliminado. De todo ello se deriva que, si cada individuo ocupa en puesto en la sociedad que le corresponde, se alcanza la producción máxima [veáse la transcripción de una parte del libro segundo de La República al final de este capítulo]. Por el contrario, Adam Smith aseguraba que la diferencia entre un filósofo y un portero es insignificante. Mientras Smith habla de las diferencias de educación, Platón habla de las diferencias de naturaleza entre un individuo y otro. Platón aprovecha estas diferencias naturales para justificar la esclavitud. Como dijo Lionel Robbins en su libro A History of Economic Thought: "realmente es cierto que si los mejores tutores del mundo concentraran sus esfuerzos en mucha gente, no podrían producir ni un Einstein ni un Mozart". Las diferencias de la naturaleza importan, pero no son tan importantes como la educación.

3.9 Platón vivió en una época de grandes cambios, de un cierto desarrollo comercial y de las actividades financieras. Aunque no debemos engañarnos y pensar que vivió en una especie de protocapitalismo, lo cierto es que hubo un cierto auge comercial y financiero. Los griegos creaban colonias comerciales llamadas factorías por todo el Mediterráneo sur, y los fenicios venían haciendo lo mismo desde mucho antes. Estas factorías se convirtieron en ciudades-estado independientes, que venian hacer de puentes comerciales entre los pueblos indígenas y los griegos de la península. Platón muestra un reacción contraria y retrógrada con respecto a estos cambios, colocando a los comerciantes entre la casta más baja, lanzando sus inyectivas contra el dinero, el comercio y los préstamos. Pero no se atreve a proponer la total erradicación del dinero. Aunque no se atreve a decirlo, seguramente cree que es imposible. En el fondo, muy en el fondo, se da cuenta de que el dinero es necesario y positivo. Pero como piensa que es impuro, propone crear tres castas sociales, y relegar el dinero, el comercio y los préstamos a la casta más baja, junto con los trabajadores, bien sean esclavos o extranjeros. Junta en esa casta inferior a los más despreciables, a los campesinos y obreros por una parte, y a los comerciantes y prestamistas por otra. Y crea por encima de esta casta otras dos, la de los guerreros y los sabios, a los que hace vivir "puros" bien alejados del sucio dinero. Tal como yo lo veo, es algo así como un sistema económico doble: uno con producción por una parte, y consumo por otra; el otro, que engloba a las dos castas superiores, sólo consumen. O por decirlo de otra manera, consumen bienes por una lado, producen normas y órdenes, y hacen aplicar las normas y defienden el sistema tanto de agresiones exteriores como de la corrupción comercial.

3.10 Una vez alcanzado este estado perfecto, las dos castas superiores deben procurar que este no cambie. Creó así sobre el papel un sistema económico estacionario que no debía cambiar. No debían aumentar ni la producción ni la población. No sabemos si Malthus leyó a Platón, pero si lo hizo, es posible que su inspiración proceda del filósofo griego.

3.11 El uso del oro y la plata como dinero se aceleró grandemente con la invención de la acuñación en Lidia en el siglo VII antes de nuestra era, y el dinero rápidamente se expandió por toda Grecia. De acuerdo con su desprecio por el dinero, la propiedad privada y el comercio, Platón fue el primer teórico en denunciar el uso del oro y la plata como dinero. Tampoco le gustaba el oro y la plata precisamente porque eran monedas internacionales aceptadas por todos los pueblos. Ya que los metales preciosos son universalmente aceptados y existen aparte de la acuñación del gobierno, el oro y la plata constituyen una amenaza potencial para la regulación económica y moral de la ciudad por los gobernantes. Platón quería que el gobierno implantara una moneda fiduciaria única, imponer fuertes multas a la importación de oro y plata y la exclusión de la ciudadanía de aquellos comerciantes y trabajadores que tratan con dinero. Una de las características de la utopía de Platón era que, para ser ordenada y controlada, debe ser relativamente estable. Y esto significa poco o ningún cambio, innovación o crecimiento económico.Platón se anticipó a algunos intelectuales de hoy en día que propugnan un crecimiento económico cero o muy bajo, por similares razones. en especial, el miedo al colapso del Estado por la élite gobernante. Al tratar de congelar la sociedad se debe tratar el crecimiento de la población. Platón fue, sin embargo, consistente, al solicitar el congelamiento del crecimiento de la población manteniendo el número de sus ciudadanos a 5.000 familias terratenientes.

3.12 Aunque la influencia de Platón fue obvia en muchos exquemas comunistas de épocas posteriores, es incorrecto clasificarlo como comunista o socialista o como precursor de posteriores comunistas y socialistas. En todo caso creaciones de tal fuerza como la de Platón desafían cualquier clasificación y deben ser entendidas en su singularidad. La misma objeción se opone a clasificarlo como a un fascista. Pero si insistimos en meterlo forzadamente en una camisa de fuerza, la de fascista le sienta mucho mejor que la de comunista. Al mismo tiempo la obra del filósofo griego obliga a una estricta regulación de la vida individual y privada, incluyendo limitaciones a la riqueza individual y severas restricciones de la libertad de expresión. El Estado de Platón es esencialmente corporativo y reconoce la necesidad de una casta dirigente, extremo que va más allá del fascismo. También es un estado totalitario, donde se da muchas atribuciones al estado: emparejar a la gente, seleccionar a los niños no aptos para deshacerse de ellos, educar a los niños, etc. No es extraño que tanto a muchos fascistas como a muchos comunistas les encante Platón.

Diálogo sobre la división del trabajo del capítulo 2 de La República:

-Pues bien -comencé yo-, la ciudad nace, en mi opinión, por darse la circunstancia de que ninguno de nosotros se basta a sí mismo, sino que necesita de muchas cosas. ¿O crees otra la razón por la cual se fundan las ciudades?
-Ninguna otra ---contestó.
-Así, pues, cada uno va tomando consigo a tal hombre para satisfacer esta necesidad y a tal otro para aquella; de este modo, al necesitar todos de muchas cosas, vamos reuniendo en una sola vivienda a multitud de personas en calidad de asociados y auxiliares y a esta cohabitación le damos el nombre de ciudad. ¿No es así?
-Así.
-Y cuando uno da a otro algo o lo toma de él, ¿lo hace por considerar que ello redunda en su beneficio?
-Desde luego.
-¡Ea, pues! -continué-. Edifiquémos con palabras una ciudad desde sus cimientos. La construirán, por los visto, nuestras necesidades.
-¿Cómo no?
 -Pues bien, la prímera y mayor de ellas es la provisión de alimentos para mantener existencia y vida.
-Naturalmente.
-La segunda, la habitación; y la tercera, el vestido y cosas similares.
-Así es.
-Bueno -dije yo--. ¿Y cómo atenderá la ciudad a la provisión de tantas cosas? ¿No habrá uno que sea labrador, otro albañil y otro tejedor? ¿No será menester añadir a éstos un zapatero y algún otro de los que atienden a las necesidades materiales?
-Efectivamente.
-Entonces una ciudad constará, como mínimo indíspensable, de cuatro o cinco hombres.
-Tal parece.
-¿Y qué? ¿Es preciso que cada uno de ellos dedique su actividad a la comunidad entera, por ejemplo, que el labrador, siendo uno solo, suministre víveres a otros cuatro y destine un tiempo y trabajo cuatro veces mayor a la elaboración de los alimentos de que ha de hacer partícipes a los demás? ¿O bien que se desentienda de los otros y dedique la cuarta parte del tiempo a disponer para él sólo la cuarta parte del alimento común y pase las tres cuartas partes restantes ocupándose respectivamente de su casa, sus vestidos y su calzado sin molestarse en compartirlos con los demás, sino cuidándose él solo y por sí solo de sus cosas?
Y Adimanto contestó: -Tal vez, Sócrates, resultará más fácil el primer procedimiento que el segundo.
-No me extraña, por Zeus --dije yo-. Porque al hablar tú me doy cuenta de que, por de pronto, no hay dos personas exactamente iguales por naturaleza, sino que en todas hay diferencias innatas que hacen apta a cada una para una ocupación. ¿No lo crees así?
-Sí.
-¿Pues qué? ¿Trabajaría mejor una sola persona dedicada a muchos oficios o a uno solamente?
-A uno solo --dijo.
-Además es evidente, creo yo, que, si se deja pasar el momento oportuno para realizar un trabajo, éste no sale bien.
-Evidente.
-En efecto, la obra no suele, según creo, esperar el momento en que esté desocupado el artesano; antes bien, hace falta que éste atienda a su trabajo sin considerarlo como algo accesorio.
-Eso hace falta.
-Por consiguiente, cuando más, mejor y más fácilmente se produce es cuando cada persona realiza un solo trabajo de acuerdo con sus aptitudes, en el mornento oportuno y sin ocuparse de nada más que de él.
-En efecto.
-Entonces, Adimanto, serán necesarios más de cuatro ciudadanos para la provisión de los artículos de que hablábamos. Porque es de suponer que el labriego no se fabricará por sí mismo el arado, si quiere que éste sea bueno, ni el bidente ni los demás aperos que requiere la labranza. Ni tampoco el albañil, que también necesita muchas herramientas. Y lo mismo sucederá con el tejedor y, el zapatero, ¿no?
-Cierto,.
-Por consiguiente, irán entrando a formar parte de nuestra pequeña ciudad y acrecentando su población los carpinteros, herreros y otros muchos artesanos de parecida índole.
-Efectivamente.
-Sin embargo, no llegará todavía a ser muy grande ni aunque les agreguemos boyeros, ovejeros y pastores de otra especie con el fin de que los labradores tengan bueyes para arar, los albañiles y campesinos puedan emplear bestias para los transportes y los tejedores y zapateros dispongan de cueros y lana.
-Pues ya no será una ciudad tan pequeña ---dijo- si ha de tener todo lo que dices.
-Ahora bien -continué-, establecer esta ciudad en un lugar tal que no sean necesarias importaciones es algo casi imposible.
-Imposible, en efecto.
-Necesitarán, pues, todavía más personas que traigan desde otras ciudades cuanto sea preciso.
-Las necesitarán.
-Pero si el que hace este servicio va con las manos vacías, sin llevar nada de lo que les falta a aquellos de quienes se recibe lo que necesitan los ciudadanos, volverá también de vacío. ¿No es así?
-Así me lo parece.
-Será preciso, por tanto, que las producciones del país no sólo sean suficiente para ellos mismos, sino también adecuadas, por su calidad y cantidad, a aquellos de quienes se necesita.
-Entonces nuestra ciudad requiere más labradores y artesanos.
-Más, ciertamente.
-Y también, digo yo, más servidores encargados de importar y exportar cada cosa. Ahora bien, éstos son los comerciantes, ¿no?
-Sí.
-Entonces nuestra ciudad requiere más labradores y más artesanos.
-Más ciertamente.
-Necesitamos, pues, comerciantes.
-En efecto.
-Y en el caso de que el comercio se realice por mar precisos otros muchos expertos en asuntos marítimos.
-Muchos, sí ¿Y qué? En el interior de la ciudad, ¿cómo cambiarán entre sí los géneros que cada cual produzca? Pues éste ha sido precisamente el fin con el que hemos establecido una comunidad y un Estado.
-Está claro --contestó- que comprando y vendiendo.
-Luego esto nos traerá consigo un mercado y una moneda como signo que facilite el cambio.
-Naturalmente.
-Y si el campesino que lleva al mercado alguno de sus productos, o cualquier otro de los artesanos, no llega al mismo tiempo que los que necesitan comerciar con él, ¿habrá de permanecer inactivo en el mercado desatendiendo su labor?
-En modo alguno -respondió--, pues hay quienes, dándose cuenta de esto, se dedican a prestar ese servicio. En las ciudades bien organizadas suelen ser por lo regular las personas de constitución menos vigorosa e imposibilitadas, por tanto, para desempeñar cualquier otro oficio. Éstos tienen que permanecer allí en la plaza y entregar dinero por mercancías a quienes desean vender algo y mercancías, en cambio, por dinero a cuantos quieren comprar.
-He aquí, pues --,dije-, la necesidad que da origen a la aparición de mercaderes en nuestra ciudad. ¿O no llamamos así a los que se dedican a la compra y venta establecidos en la plaza, y traficantes a los que viajan de ciudad en ciudad?
-Exactamente.
-Pues bien, falta todavía, en mi opinión, otra especie de auxiliares cuya cooperación no resulta ciertamente muy estimable en lo que toca a la inteligencia, pero que gozan de suficiente fuerza física para realizar trabajos penosos. Venden, pues, el empleo de su fuerza y, como llaman salario al precio que se les paga, reciben, según creo, el nombre de asalariados. ¿No es así?
-Así es.
-Estos asalariados son, pues, una especie de complemento de la ciudad, al menos en mí opinión
-Tal creo yo.
-Bien, Adimanto; ¿tenemos ya una ciudad lo suficientemente grande para ser perfecta?
-Es posible.


TEXTOS DE PLATÓN

a

Capítulo 2

LOS GRIEGOS


LOS FILÓSOFOS GRIEGOS


2.1 Las aportaciones de los griegos al análisis económico es muy inferior a sus aportaciones a otros campos como la filosofía, las matemáticas, etc. Además mezclaron la economía con la filosofía, por lo que rara vez se encuentra entre ellos un tópico económico por si mismo.

2.2 Con los griegos del siglo V antes de nuestra, según Henry W. Spiegel, comienza la era de la lógica, que emancipa al hombre de la magia y de la astrología y constituye una época de reyes divinizados y de dioses humanizados. La etapa anterior, la de las civilizaciones de las antiguas China, India, Babilonia, Mesopotamia y Egipto es calificada como prelógica. Esta afirmación es, a mi juicio, excesiva, ya que la historia avanza a pasos pequeños pero continuos, no a grandes saltos, y una etapa se basa en los logros obtenidos de la anterior. Es muy difícil separar etapas históricas como si fuesen departamentos estancos. Los griegos probablemente no inventaron la lógica, sólo la llevaron a su máximo esplendor. Pero indudablemente son los primeros de los que conocemos su razonamiento lógico. Pero esta probablemente esté más bien relacionado con la abundancia de fuentes escritas de origen heleno y la carencia de las mismas de la etapa del oriente cercano. A modo de ejemplo, el teorema de Pitágoras era ya conocido y aplicado en Babilonia y en la India. O el sistema sexagesimal de los sumerios y babilonios, de los que aún nos quedan restos cuando contamos grados, minutos y segundos. Y el cero, que llegó a España junto con el resto de los números a través de los árabes, proviene de los babilonios.


2.3 La palabra economía proviene del griego, pero tiene un significado muy diferente al que le damos ahora. La palabra griega es oikonomia, de οiκος, que significaba casa (otros la traducen por patrimonio) y νέμεωιν (nemó), administrar. Así pues, oikonomós era el administrador de la casa (o del patrimonio, según otros). Nada que ver con el significado actual. Tendrías algo que ver con lo que las mujeres antaño estudiaban como "economías del hogar", o sea, como usar las sobras de pollo para hacer croquetas y cosas similares.


HESÍODO


2.4 El privilegio de ser el primer intelectual griego que pensó en la economía fue, según algunos, Hesíodo, un poeta boeciano que vivió en la antigua Grecia hacia la mitad del siglo VIII antes de Cristo. Hesíodo vivió en una pequeña y autosuficiente comunidad agrícola de Ascra, de la que él mismo dijo: «Ascra, un lugar lamentable, malo en invierno, terrible en verano y nunca bueno». Como Miguel Hernández 28 siglos después, Hesíodo fue a la vez y durante su juventud, pastor de ovejas y poeta.

2.5 Pero para entender un poco que diferencia había entre Hesíodo y los filósofos y poetas del siglo V y IV a. de C. (la época clásica de Grecia), debemos examinar como era la sociedad que habitaba las polis griegas de aquella época posterior a Hesíodo.

2.6 Las ciudades - estado griegas eran autónomas, aunque todas hablaban un mismo lenguaje y compartían una misma cultura. Habían grandes rivalidades entre ellas, por lo que nunca pudieron formar un estado nacional.

2.7 Las polis estaban regidas por los aristócratas, que formaban un gobierno aristocrático (el gobierno de los mejores), que después de genera en un gobierno oligarquico (gobierno de unos pocos, de una clase social, familia o estirpe). Estos aristócratas, la mayoría de ellos grandes terratenientes, representaban alrededor de un 7% de la sociedad. El resto eran esclavos o extranjeros, aunque poco a poco apareció una clase media de artesanos que exigían derechos. En un principio la democracia (o gobierno del pueblo) estaba destinado a ese 7% y luego se amplió a estos ciudadanos libres que no tenían antecedentes aristocráticos. Todos los filósofos griegos (Platón y Aristóteles entre ellos) pertenecían a esa minoría. En la mayor polis de Grecia, Atenas ,en el siglo V a de C. se calcula que habían 30 mil aristócratas (ciudadanos) de un total de 400 mil habitantes. Cuando los griegos se referían a extranjeros no hablaban de personas nacidas en el extranjero, tal como usamos esta expresión en la actualidad, sino a gente nacida en el lugar de origen extranjero. Entonces la nacionalidad no se definía en el sentido del lugar de nacimiento, sino en el sentido del lugar de origen de sus ancestros.

2.8 Antes hemos hablado de la invención de la moneda de oro en Lidia. Aunque la invención de la moneda no fue griega, muy pronto esta invención se extendió por toda Grecia como un reguero de pólvora. Con el dinero nació también el crédito, y con él, la cuestión si deben cobrarse intereses, tema que duró más de mil años. Como veremos, es uno de las pocas polémicas que duró tanto tiempo. Pero volvamos al tema que nos interesa: con el dinero y el crédito, apareció un crecimiento económico que, como suele suceder, aumentó las diferencias entre pobres y ricos. También creció la población helena. Los griegos promocionaban entre ellos el matrimonio tardío (quizás el mito o realidad de la condescendencia con la homosexualidad masculina venga de ahí). El alto índice de mortalidad también limitó el crecimiento de la población. Pero esto no bastó. En vez de encontrar la salida del aumento de la producción y del comercio, los griegos encontraron la válvula de escape de la emigración. Por todo el mediterráneo los griegos fundaron colonias, que pronto se volvieron independientes. En la costa ibérico-mediterránea, en todas las islas, en la península itálica, en Asia Menor, en Egipto, en Palestina. En todas partes fundaron colonias, donde al revés que los romanos no conquistaban a los pueblos originarios del lugar, sino que comerciaban con ellos. Estas polis independientes también comerciaban con otras ciudades-estado originales de la península helénica.

2.9 La esclavitud también frenó el crecimiento económico, como es la norma histórica general. La guerra civil estadounidense no fue una guerra, como la mayoría de la gente piensa, entre los estados del norte que querían abolir la esclavitud y los estados del sur que querían conservarla. No fue una guerra entre altruistas y esclavistas. Fue una guerra entre los estados del norte que buscaban la protección arancelaria para su naciente industria contra la potente industria británica y los negreros del sur que buscaban, al contrario, el libre comercio para sus productos, algodón y tabaco principalmente. La esclavitud de los estados del sur fue un freno para los estados norteños que generaban muy escasa demanda de productos industriales del norte, y una vez constreñidos a su mercado interno por sus propias tarifas arancelarias, necesitaban desarrollar su propio mercado interno. De un modo similar la esclavitud siempre fue un freno para el desarrollo de las ciudades-estado helénicas, y en general, de todos los pueblos esclavistas anteriores y posteriores hasta el siglo XIX. Los esclavos no consumen productos industriales. Además los esclavos presionan a los trabajadores libres y a los artesanos independientes para que sus remuneraciones sean lo más bajas posibles. De esta manera no se desarrolla una capacidad adquisitiva lo suficientemente importante como para desarrollar algun tipo de industria, aunque sea artesanal. La ruina económica llevaba a la esclavitud no al desempleo. No existía en la lengua griega clásica una palabra para el concepto de competencia. Por el contrario los griegos practicaban mucho el monopolio.

2.10 Pero en los tiempos de Hesíodo en la ciudad donde nació las cosas eran diferentes. Hesíodo vivió en una pequeña comunidad agrícola autosuficiente y pobre donde no había esa diferenciación tan brutal entre las clases sociales. En la obra por la que se le puede considerar el primer economista, Trabajos y días, un poema de 828 versos, hay 383 versos centrados en el problema económico fundamental de la escasez de recursos para el propósito de los numerosos y afundantes fines y deseos humanos. Los griegos restringía el consumo de productos extranjeros, tanto para obtener ingresos como para proteger la industria doméstica.

2.11 Hesíodo adopta el mito común religioso de la "Edad Dorada", un paraíso o edén de riquezas ilimitadas. En dicho lugar no habría ningún problema económico, ningún problema de escasez, porque todos los deseos humanos serían inmediatamente cumplimentados. Pero ahora todo es diferente y "los hombres nunca descansan del trabajo y de las penas del día y de perecer por la noche". La causa de esta escasez es la expulsión del hombre del paraíso. Porque hay escasez, asegura Hesíodo, trabajo, materiales y tiempo son escasos. Además, la escasez sólo puede ser parcialmente compensada con la aplicación energética de trabajo y capital. Es el mito helénico de Pandora.

2.12 "Los Dioses y los hombres odian igualmente al que vive sin hacer nada, semejante a los zánganos, que carecen de aguijón y que, sin trabajar por su cuenta, devoran el trabajo de las abejas. Séate agradable trabajar útilmente, a fin de que tus graneros se llenen en tiempo oportuno. El trabajo hace a los hombres opulentos y ricos en rebaños, y trabajando serás más caro a los Dioses y a los hombres, porque tienen odio a los perezosos. No es el trabajo quien envilece, sino la ociosidad. Si trabajas, no tardará el perezoso en tener envidia de ver que te enriqueces, porque la virtud y la gloria acompañan a las riquezas; y así serás semejante a un Dios. Por eso más vale trabajar, no mirar con espíritu envidioso las riquezas de los demás, y tener la preocupación de tu sustento, como te aconsejo. La mala vergüenza posee al indigente".

2.13 Hesíodo da más importancia al trabajo que al capital. Asegura que hay 3 estímulos principales para el trabajo: las necesidades básicas de la vida, una desaprobación social de la pereza y el deseo de emular el consumo estandar de otros individuos. Para Hesíodo, la emulación conduce a un desarrollo sano de un espíritu competitivo, lo que él llama "el buen conflicto", una fuerza vital en el alivio del problema básico de la escasez. Para mantener una competencia justa y armoniosa, Hesíodo vigorosamente excluye los métodos injustos de adquirir riqueza, como el robo, y aboga por el imperio de la ley y el respeto de la justicia para establecer el orden y la armonía en el interior de la sociedad. Hesíodo tenía una visión más optimista del crecimiento económico, del trabajo y de la competencia libre que tres siglos y medio después tendrían los filósofos más filosóficamente sofisticados, Platón y Aristóteles. Según el enlace de Wikipedia, la obra de Hesíodo Trabajo y días se enmarca dentro de una crisis agraria en el continente griego en la época de este poeta.

TEXTOS SELECCIONADOS: LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS

2.14 Libro I: En cuanto a la otra, la oscura Nix la parió la primera, y el alto Cronida que habita en el éter la situó bajo las raíces de la tierra para que fuese mejor con los hombres, pues excita al perezoso al trabajo. En efecto, si un hombre ocioso mira a un rico, se apresura a labrar, a plantar, a gobernar bien su casa. El vecino excita la emulación del vecino, que se apresura a enriquecerse, y esta envidia es buena para los hombres. Con él, el alfarero envidia al alfarero, el obrero envidia al obrero, el mendigo envidia al mendigo y el aeda envidia al aeda.

¡Oh Perses! retén esto en tu espíritu: que la envidia, que se regocija de los males, no desvíe tu espíritu del trabajo, [...] Una vez saciado, entablarás, si quieres, procesos y querellas a las riquezas de los otros; [...] Los Dioses, en efecto, ocultaron a los hombres el sustento de la vida; pues, de otro modo, durante un solo día trabajarías lo suficiente para todo el año, viviendo sin hacer nada. Al punto colgarías el mango del arado por encima del humo, y pararías el trabajo de los bueyes y de las mulas pacientes.[...]

Y Zeus llamó a ésta mujer Pandora, porque todos los Dioses de las moradas olímpicas le dieron algún don, que se convirtiera en daño de los hombres que se alimentan de pan. [...]

Antes de aquel día, las generaciones de hombres vivían sobre la tierra exentas de males, y del rudo trabajo, y de las enfermedades crueles que acarrean la muerte a los hombres. Porque ahora los mortales envejecen entre miserias.

Y aquella mujer, levantando la tapa de un gran vaso que tenía en sus manos esparció sobre los hombres las miserias horribles. Únicamente la Esperanza quedó en el vaso, detenida en los bordes, y no echó a volar porque Pandora había vuelto a cerrar la tapa por orden de Zeus tempestuoso que amontona las nubes.

Y he aquí que se esparcen innumerables males entre los hombres, y llenan la tierra y cubren el mar; noche y día abruman las enfermedades a los hombres, trayéndoles en silencio todos los dolores porque el sabio Zeus les ha negado la voz. Y así es que nadie puede evitar la voluntad de Zeus. [...]

Bajo el imperio de Cronos que mandaba en el Urano, vivían como Dioses, dotados de un espíritu tranquilo. No conocían el trabajo, ni el dolor, ni la cruel vejez; guardaban siempre el vigor de sus pies y de sus manos, y se encantaban con festines, lejos de todos los males, y morían como se duerme. Poseían todos los bienes; la tierra fértil producía por si sola en abundancia; y en una tranquilidad profunda, compartían estas riquezas con la muchedumbre de los demás hombres irreprochables.

Porque ahora es la Edad de Hierro. Los hombres no cesarán de estar abrumados de trabajos y de miserias durante el día, ni de ser corrompidos durante la noche, y los Dioses les prodigarán amargas inquietudes. [...]

Acuerdate siempre de mi consejo, y trabaja, ¡oh Perses, raza de Dioses! con el fin de que el hambre te deteste y de que Demeter la de la hermoso corona, la venerable, te ame y llene tu granero; porque el hambre es la compañera inseparable del perezoso. Los Dioses y los hombres odian igualmente al que vive sin hacer nada, semejante a los zánganos, que carecen de aguijón y que, sin trabajar por su cuenta, devoran el trabajo de las abejas. Séate agradable trabajar útilmente, a fin de que tus graneros se llenen en tiempo oportuno. El trabajo hace a los hombres opulentos y ricos en rebaños, y trabajando serás más caro a los Dioses y a los hombres, porque tienen odio a los perezosos. No es el trabajo quien envilece, sino la ociosidad. Si trabajas, no tardará el perezoso en tener envidia de ver que te enriqueces, porque la virtud y la gloria acompañan a las riquezas; y así serás semejante a un Dios. Por eso más vale trabajar, no mirar con espíritu envidioso las riquezas de los demás, y tener la preocupación de tu sustento, como te aconsejo. La mala vergüenza posee al indigente.

No aspires a ganancias ilícitas, porque equivalen a la ruina. Ama al que te ame, ayuda al que te ayude, da al que te dé; pero no des nada a quien no te dé nada. Se da, en efecto, al que da; pero nadie da a quien no da nada. Buena es la liberalidad; pero la rapiña es mala y mortal. Si alguien da, aunque sea mucho, y por su propio impulso, se alegra de dar y está contento de ello en su corazón; pero el que roba escudándose en su impudicia, aunque sea poco, queda con el corazón desgarrado, porque si añades lo poco a lo poco, pero frecuentemente, pronto lo poco se hará mucho. El que añade a lo que posee, evitará el hambre negra. Lo que está seguro en casa no inquieta al amo. Más vale que esté todo en casa, ya que lo que hay fuera está expuesto. Dulce es gozar de los bienes presentes y, cruel desear los de fuera. Te aconsejo evitar todas estas cosas. [...]

Da siempre exactamente el salario convenido a tu amigo. Hasta cuando juegues con tu hermano, ten un testigo; la credulidad y la desconfianza pierden por igual a los hombres. No seduzca tu espíritu con su dulce charla la mujer que adorna su desnudez, porque anda buscando tu hacienda: y quien se fía de semejante mujer se fía del ladrón.

Al hijo único es a quien compete vigilar la casa paterna, y así es como la riqueza se acrece en las moradas. ¡Ojalá mueras viejo y dejes un solo hijo en tu lugar! Zeus otorga también grandes riquezas a las familias numerosas. Los esfuerzos de muchos producen bienes mayores. Así, pues, si tu espíritu desea riquezas, procede como te aconsejo y añade trabajo al trabajo.

2.15 Libro II: Trabaja, ¡oh insensato Perses! en la tarea que los Dioses destinaron para los hombres, no vaya a ser que, gimiendo tu corazón, con tu mujer y tus hijos, tengas que buscar el sustento en casa de tus vecinos, que te rechazarán. Acaso lograras éxito dos o tres veces; pero si vuelves a importunarlos, ya no lograrás nada; hablarás mucho en vano y será inútil la multitud de tus palabras. Te aconsejo, pues, que empieces por pensar en el pago de tus deudas y en evitar el hambre.

Ante todo, procura tener una casa, una mujer, un buey de labor y una servidora soltera que siga a tus bueyes. Ten en tu morada todos los instrumentos necesarios, con el fin de que no hayas de pedírselos a otros y de que no carezcas de ellos si se te rehúsan; porque entonces pasará el tiempo y el trabajo quedará por hacer. No dejes nada para el día siguiente, ni para el otro día, porque el trabajo diferido no llena el granero. La actividad acrecerá tus riquezas, porque el hombre que difiere siempre las cosas lucha con la ruina.

[Sigue una serie de consejos, primero sobre agricultura, después sobre navegación, después sobre la elección de esposa y sobre el matrimonio y sobre otros muchos temas propios de una sociedad agrícola]


LAS REFORMAS DE SOLÓN

Traducción de en.Wikipedia: SOLON. El texto trata de complementar al de la página en español de Wikipedia sobre Solón.

Antecedentes.

Durante los tiempos de Solón, muchas ciudades-estado griegas habían visto la aparición de tiranos, nobles oportunistas que se habían apoderado del poder en nombre de intereses sectoriales. En Sicyón, Clístenes había usurpado el poder en nombre de la minoría ioniana. En Megara, Teágenes había llegado al poder como enemigo de los oligarcas locales. El yerno de Teágenes, un noble ateniense llamado Cilón, hizo un intento fallido de tomar el poder en Atenas en el 632 a. d  C. A Solón, por otro lado, parece que le fueron otorgados poderes  autocráticos temporalmente por sus conciudadanos, debido a la sabiduría que tuvo en resolver las diferencias entre ellos de una manera pacífica y equitativa [...]

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DEMÓCRITO, PITÁGORAS, HERÁCLITO


2.14 Demócrito (460 - 370) defendió la propiedad privada. Demócrito, habiendo visto el contraste entre la economía basada en la propiedad privada de Atenas y el colectivismo oligárquico de Esparta, concluyó que la propiedad privada es la forma superior de organización económica. La propiedad privada constituye un incentivo para trabajar, ya que "los incentivos procedentes de los bienes comunales dan menos placer, y el gasto menos dolor".

2.15 Demócrito fue, según los autores consultados, el primer precedente de una teoría subjetiva del valor: "Para todos los seres humanos la misma cosa es buena y verdadera, pero personas diferentes encuentran placenteras diferentes cosas"; "Las cosas más agradables se convierten en las más desagradables cuando no reina la moderación"; "Si se sobrepasa la medida, lo más agradable se torna en lo más desagradable". Demócrito también fue el primero en mostrar la idea de la preferencia temporal por los bienes presentes: "No es seguro que el hombre joven llegue a viejo alguna vez, de lo que se deduce que la mercancía en mano es superior a la que aún está por venir". Esta afirmación es recogida por muchos autores modernos como Pigou, W. S. Jevons, Irving Fisher, Alfred Marshall 1890 (una falta de autocontrol) y  Böhm-Bawerk 1891 (la incompleta imaginación), entre otros autores que piensan que esta valoración mayor de los bienes presentes sobre los futuros es "una visión telescópica defectuosa" (el mismo Pigou en 1920).

2.16 Mientras Pitágoras, quizás porque se acercó a las matemáticas a través de la música (fue el descubridor de las relaciones matemáticas que determinan los intervalos de la escala musical), afirmaba que el mundo es todo armonía y equilibrio, Heráclito, al contrario, enseñó que "la guerra es la madre de todas las cosas". Esta afirmación es comúnmente interpretada como que la confrontación entre cosas opuestas genera equilibrio. Hay quién afirma que el modelo clásico de David Ricardo, Malthus y Jean Baptiste Say recoge la idea de armonía de Pitágoras, y otros afirman que el darwinismo social nace de la idea de Heráclito de enfrentamiento entre opuestos (y de Darwin sobre que el más fuerte sobrevive y lega a su descendencia sus genes). Con respecto a la primera afirmación, es cierto que en la Inglaterra de fines del siglo XVIII y principios del XIX era común enseñar a los niños y jóvenes griego clásico y filosofía griega (casi seguro que David Ricardo fue la única excepción). Claro está que la filosofía ni de uno ni de otro se constriñe sólamente a estas dos ideas, pero son las que nos interesan. Pero no puedo dejar pasar la ocasión sin afirmar que de Heráclito es la idea, entre muchas otras, de que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, o sea, todo fluye, nada permanece.

2.17 De Heráclito también se dice que fue el precursor de la filosofía hegeliana, en la cual se inspiró Carlos Marx. Heráclito afirmaba que los opuestos no se contradicen, sino que forman una unidad armónica (pero no estática). O dicho de otro modo, los conceptos sólo pueden comprenderse en relación con sus opuestos, o dicho de una forma exagerada y llevada al extremo, los opuestos son identicos. De Hegel (1770 - 1831) obtenemos la dialéctica que, partiendo de una tesis, obtenemos sus contradicciones o antítesis. De esta confontración surge en tercer lugar la síntesis, una nueva formulación del problema que, en definitiva, es una nueva tesis. La frase más célebre de Heráclito, "la guerra es la madre de todas las cosas", debe entenderse en este sentido, de confontración entre opuestos para lograr una síntesis. Resumiendo, ya que no es este el momento de tratar este tema aquí, Marx afirma que de la confontración burguesia contra  elproletariado surgirá una síntesís que es en definitiva la sociedad comunista. Spiegel relaciona esta idea de Heráclito con la noción del mercado autoregulado, con la noción del darwinismo social del siglo XIX y con el Sistema de las Contradicciones Económicas de Proudhon. Esto último de Proudhon no lo conozco, pero procuraré enterarme conforme vaya desarrollando el libro. En cuanto a los del mercado autoregulado supongo que debe ser por la confrontación de la oferta y la demanda (los opuestos), de lo cual sale la síntesis (el precio). Pero en cuanto al darwinismo social del siglo XIX, no veo ninguna relación, pero Spiegel no explica esta relación.



JENOFONTE


2.18 Jenofonte (450 - 354 antes de nuestra era) fue un historiador griego, soldado, mercenario, contemporáneo y admirador de Sócrates. La influencia babilónica y persia en el pensamiento administrativo económico griego está presente en el trabajo de Jenofonte. Es conocido por sus escritos sobre la historia de su propio teimpo, el siglo cuarto antes de cristo, entre otras cosas al preservar los dichos de Sócrates y la vida de la Grecia clásica.

2.19 El mejor registro de la tradición de la administración económic se encuentra en el tratado de Jenofonte Oeconomicus, escrito hacia la mitad del IV siglo antes de nuestra era. Él mismo escribió una biografía de Ciro el Grande basada en la tradición babilónica y persa, Ciropedia, que enfatiza el entrenamiento de Ciro para el liderazgo militar y administrativo. El Hiero de Jenofonte contiene discusiones sobre los estímulos administrativos de la producción privada y la tecnología a través del reconocimiento público y los precios. Su Maneras y medios fue un tratado de la evolución económica que puso el énfasis en las economías de escala. El Oeconomicus referido unas líneas arriba es un tratado de organización y administración de un estado agrícola, que pone el énfasis en el capital humano y la organización eficiente. La granja familiar es la columna vertebral del estado y el botín de las operaciones militares y la primera fuente de excedente tanto para las granjas como para las ciudades. En dicho trabajo, la valoración personal y subjetiva de las mercancías es analizada y comparada con el valor de cambio. Jenofonte usa el ejemplo de un caballo, que puede no tener ningún uso para una persona que no sabe manejarlo, pero todavía tiene un valor de cambio. A pesar de esto amplía la idea basada en el uso individual a un concepto social más general del valor a través del intercambio, aunque los académicos aseguran que esta no es una teoría del valor de mercado. En Ciropedia Jenofonte presenta lo que, en retrospectiva, puede considerarse como la base para una teoría del intercambio equitativo en el mercado. En una anécdota el joven Ciro es llamado para juzgar la justicia de un intercambio entre un niño alto y otro bajo. El muchacho alta fuerza al otro a intercambiar sus túnicas, ya que la del chico lato es demasiado corta para él, más corta que la del chico bajo, para quién su túnica resultaba demasiado larga. Ciro considera el intercamnio justo porque las túnicas resultan más apropiadas para ambos por sus longitudes. Los mentores de Ciro no se mostraron complacidos con su decisión basándose en que el intercambio no fue voluntario. Más adelante en la biografía, Jenofonte discute el concepto de división del trabajo haciendo referencia a los cocineros y trabajadores de una zapatería. Varios investigadores han advertido que las primeras notas de Adam Smith sobre este tema se pueden interpretar como una paráfrasis de la discusión de Jenofonte sobre el papel del carpintero como un "chico para todo" en las pequeñas ciudades y un especialista en las grandes ciudades. Adam Smith señalaría más tarde que la división del trabajo está limitada por la extensión del mercado. ¿Conocía A. Smith la obra de Jenofonte? Marx atribuye a la Ciropedia el origen de la idea de que la división del trabajo está correlacionada con el tamaño del mercado. Jenofonte también presenta un ejemplo de una ventaja mutua en el intercambio en una historia de la coordinación de Ciro al intercambiar el excedente de tierra d elos armenios, que eran pastores, y el excedente de tierra de los caldeos, que eran agricultores.

ECONÓMICO DE JENOFONTE


Traducción de The Economist. Aquí economista o economía se refiere a Economía doméstica. La obra es un diálogo entre Sócrates y Crito (o Critóbulus, Cristóbulus), quién no se sabe muy bien si fue discípulo o amigo de Sócrates.


Soc. Una vez oí al amo hablar sobre el tema de la economía de la siguiente manera. Dirigiéndose a Cristobulus dijo: ¿es la palabra "economía" como "medicina", "carpintería", "albañilería", "herrería" y otras, el nombre de un conocimiento o ciencia particular?

Crit. Si, así pienso.

Soc. Y así, como en los casos de las artes ya mencionadas, podemos afirmar la función más apropiada de cada una de ellas, de igual modo ¿podemos afirmar la función de la economía?

Crit. Pienso que este debería ser el trabajo de un buen economista (administrador de una propiedad), administrar su propia casa o propiedad.

Soc. Y suponiendo que le sea confiada la casa de otro hombre, ¿el economista sería capaz de realizar una gestión tan hábil como la suya propia de igual modo que un carpintero puede trabajar tan bien para los demás como para sí mismo? ¿Y esto debe ser realmente cierto también para el economista?

Crit.  Si, así pienso, Sócrates.

Soc. Entonces no hay razón para que un experto en este arte, incluso si no posee riqueza propia, para que no le sea pagado un salario por regentar la casa, al igual que debería ser pagado si construyera una.

Crit. Ninguna en absoluto. Y debería ganar un buen salario si, después de pagar los gastos necesarios de la propiedad que le sea confiada, puede crear un excedente y mejorar la propiedad.

Soc.  ¡Bueno! Y esta palabra "casa", ¿que debemos entender por ella? ¿Solo el domicilio? ¿O vamos a incluir todas las posesiones de un hombre afuera de la vivienda-lugar real? ¿Es la casa sinónimo del lugar-vivienda o debemos incluir todas las posesiones de un hombre fuera de su lugar-vivienda como parte de la casa o hacienda?

Crit. Ciertamente, en mi opinión todo lo que un hombre posee, aunque este situado en la otra parte del mundo de donde vive, forma parte de su propiedad.

Soc. ¿Todo lo que tiene? ¿Y si también tiene enemigos?

Crit. Si, me temo que alguna gente tiene gran cantidad de estos.

Soc. Bien, ¿Deberíamos decir que los enemigos de un hombre forman parte de sus posesiones?

Crit. ¡Una idea cómica de verdad! Alguien debería ser bastante bueno como para añadirse a mi stock de enemigos y, por ello, debería ser remunerado por sus amables servicios.

Soc. Porque sabes, estamos de acuerdo, que los bienes de un hombre son idénticos a sus posesiones.

Crit. Si, ciertamente. La parte buena de sus posesiones. Pero la parte mala no. Gracias de que no formo parte de parte de las posesiones de un hombre.

Soc. Tal como lo entiendo, ¿tu limitarías el término a lo que llamamos las posesiones útiles y ventajosas de un hombre?

Crit. Precisamente. Si tiene cosas que le perjudican, se deben considerar estas más bien una pérdida que una riqueza.

Soc. De lo anterior, aparentemente se deduce que si un hombre adquiere un caballo y no sabe como manejarlo, y cada vez que lo monta es lanzado y sufre daños, ¿el caballo no es parte de su riqueza?

Crit. No,ciertamente, si la riqueza implica prosperidad.

Soc. Y por la misma razón, ¿la tierra de un hombre no es su riqueza, por lo que las obras de su labranza solo le traen pérdida?

Crit. Verdadero. La madre tierra por sí misma no es una fuente de riqueza para nosotros, si en lugar de ayudarnos a vivir, nos ayuda a morir de hambre.

Soc. Y por un razonamiento parecido, las ovejas y el ganado pueden dejar de ser riqueza si, por la falta de conocimiento para tratarlos, su dueño los pierde. En ese caso, para él, ¿las vacas y ovejas no son riqueza?

Crit. Esta es la conclusión a la que llego.

Soc. Parece ser que mantienes la posición de que la riqueza consiste en cosas que benefician, mientras cosas que perjudican no son riqueza.

Crit. Exactamente.

Soc. ¿Las mismas cosas son o no son riqueza de acuerdo a si un hombre sabe usarlas o no? Por ejemplo, una flauta puede ser o no ser riqueza dependiendo de la habilidad para usarla, pues el mismo instrumento no es mejor que las piedras que pisamos para quién no está bastante capacitado... a menos que elija venderla.

Crit. Esa es justamente la conclusión a la que deberíamos llegar. Para las personas ignorantes de su uso, las flautas son riqueza como cosas vendibles, pero las posesiones que no están dirigidas a la venta, no son riqueza en absoluto [...] Las flautas en cuestión sin vender no son riqueza, y completamente inútiles: para convertirse  en riqueza, deben ser vendidas.

Soc. Si. Suponiendo que el propietario sabe como venderla, suponiendo que la vende por algo que no sabe como usar, la mera venta de la flauta no la transformará en riqueza, según tu argumento.

Crit. Parece que dices, Sócrates, que el dinero en el bolsillo de un hombre que no sabe como usarlo no es por sí riqueza.

Soc. [...] Si un hombre usa su dinero para comprarse una amante en detrimento de sus bienes y su alma, ¿como le beneficia su dinero? ¿Que conclusión podemos extraer de ello?

Crit.  Parece que dices, Sócrates, que el dinero en sí mismo, en los bolsillos de un hombre que no sabe como usarlo, no es riqueza.

Soc.Y entiendo que estás bastante de acuerdo con la verdad de nuestra proposición. La riqueza es, y solo es, lo que beneficia a un hombre. Obviamente, si un hombre usa su dinero para comprarse una amante, para el detrimento de su cuerpo, alma y hacienda, ¿Como ese dinero particular le va a beneficiar? ¿Que bien sacará de él?

Crit. Ninguno, a menos que admitamos que admitamos que una planta venenosa sea riqueza.

Soc. Dejemos el dinero pues [...] ¿Que diremos de los amigos? Si un hombre sabe como usarlos de modo que se beneficie de ellos, ¿que hay de ellos?

Crit. Forman parte de la riqueza, sin duda, y en un sentido más profundo que el ganado si, como suponemos, serán más beneficiosos para un hombre que su ganado.

Soc. Al parecer, según su argumento, los enemigos de un hombre pueden formar parte de su riqueza si sabe como sacar provecho.

Crit. En cualquier caso, esa es mi opinión.

Soc. Al parecer es parte de un buen economista saber como tratar con sus propios enemigos o con los de su empleador para sacar provecho de ellos.

Crit. Muy enfáticamente si.

Soc. De hecho, es evidente, que muchas personas privadas, por no decir cabezas coronadas, deben el incremento de su patrimonio a la guerra.

Crit. Bien, Sócrates, tu arguemnto puede ser mejorado; pero ahora viene un rompecabezas. ¿Que hay de la gente que tiene el conocimiento y el capital para mejorar sus fortunas, y se ponen manos a la obra.