Cantillon, Richard


Richard Cantillon (circa 1680-1734), reconocido por muchos historiadores como el primer gran teórico de la economia, fue un personaje oscuro. No se conoce mucho sobre su vida. Fue un irlandés con un apellido supuestamente español, que vivió en España, en Francia, donde hizo una gran fortuna de unos 20 millones de libras bajo el sistema de John Law.

Nació en Irlanda, y su familia tenía tierras en Ballyheigue, condado de Kerry, Irlanda. Uno de sus biógrafos, Murphy (1986) asegura que nació en Ballyronan, una población menor del municipio de Ballyheigue. Kery está en el suroeste de Irlanda, no muy lejos de las costas del norte de España. En los años previos, muchos comerciantes españoles se habían establecido en el suroeste de la perla verde. Posteriores investigaciones impugnaron esta tesis y demostraron que en realidad la familia provenía de Francia. En otros sitios se asegura que los Cantillon se asentaron en Irlanda en el siglo XII, que sus tierras fueron expropiadas en el siglo XVI, y uno de los Cantillon se estableció en Francia, donde fue reconocido como Barón de Ballyheigue. Posteriormente los Cantillon habían vuelto a su lugar de orígen. El material genealógico es abundante pero contradictorio. Parece que Cantillon tuvo al menos un antepasado en Francia llamado como él, Richard Cantillon, que tuvo negocios en el país galo a fines del XVII. En otros sitios se dice que tuvo orígenes normandos y que provenía de una familia jacobita, que sus antepasados huyeron de la invasión cromweliana de Irlanda y perdieron sus tierras, que más tarde volvieron y recuperaron sus tierras en la década de los 1670. Irónicamente, William Petty fue un adjunto del ejército inglés y fue responsable de supervisar las tierras expropiadas, probablemente también las tierras de los Cantillon. Sin embargo, no se duda que Richard Cantillon nació en Irlanda.

Entre las pocas cosas que podemos asegurar con certeza es que en 1708 estaba en Francia, donde tomó esta nacionalidad. Se dice que Cantillon afirmaba en París que nunca había llevado zapatos hasta su llegada a esta ciudad. Richard Cantillon trabajó en España en 1711 para el ejército inglés como contador del Pagador General de los Ejércitos Ingleses, donde realizó pagos para rescatar a soldados ingleses. Pero más tarde un primo banquero que residía en Paris le mandó llamar para que trabajara como secretario suyo. Entre 1717 y 1720 trabajó en la capital francesa en el banco de su primo, del que terminó siendo dueño. Se sabe que viajó bastante entre algunas capitales europeas, principalmente Londres y París, y que en 1720 estuvo un mes en Amsterdam, además de Londres y París en aquel mismo año. Hizo una gran fortuna especulando con títulos de la deuda del gobierno francés, pero vendió los títulos poco tiempo antes de que estallara la burbuja especulativa. Poco después de ese pelotazo especulativo, se casó con la hija de un general irlandés. O con Mary Anne Mahony, la hija de Daniel Mahony, un mercader parisino, en 1722. Apuesten por la versión verdadera.

Una vez convertido en millonario, se trasladó a Londres, donde escribió su libro Ensayo sobre el comercio en general. En 1734 fue asesinado por su cocinero, quien para encubrir su crimen, prendió fuego a la casa y escapó con objetos valiosos. Así pues, Cantillon fue el único economista que murió asesinado.

La vida de este personaje es tan oscura que no se conoce muy bien los orígenes de su fortuna. Está claro que en muy poco tiempo se apoderó del banco, pero tan súbito enriquecimiento como simple empleado bancario no puede tener un orígen lícito. Según una versión, Cantillon, que era el contador del banco, anotaba en la contabilidad del banco las pérdidas y los beneficios en su cuenta particular. Según esta versión, su primo falleció y la viuda exigió ver los libros y salieron a la luz las oscuras maniobras. Según esta versión, debió huir a Londres con toda esta fortuna. Una vez allí, al día siguiente de sacar 10.000 libras fue asesinado el 14 de mayo de 1734 y su casa devorada por las llamas. Al parecer, un tal Gerrit Buys, quién 7 meses después apareció en Surinam, que entonces era colonia holandesa, despertó las sospechas del gobernador de la Compañía de Surinam. Un tal Henry de Chausses, informó que el 11 de diciembre de 1734 uno de los 9 pasajeros del barco, el "caballero de Louvigny" despertó las sospechas del capitán porque entre sus pertenencias tenía un barril de pólvora, 16 rifles, muchos instrumentos y gran cantidad de guineas de oro. El capitán informó al gobernador su sospecha acerca del extraño pasajero y se libró orden de que compareciera para examinar su pasaporte. El pasajero no se dio por enterado y huyó. Ubicado su escondite, se secuestraron los bienes y documentos que el caballero había enterrado, que se comprobó eran documentos de Cantillon, e incluían detalles de sus tenencias de títulos y su testamento. Pero el misterioso personaje nunca pudo ser prendido.

Las dos versiones de la vida de Cantillon son contradictorias, aunque puede que la verdad se encuentre a mitad camino entre ambas, o que sea una combinación de ambas. En cualquier caso, el propio Cantillon tuvo interés en mantener en las sombras su propia vida, lo que da algo de verosimilitud a la versión segunda de su vida.

Una teoría más, o quizá deberíamos llamarla especulación, sobre la muerte de Cantillon es que caballero de Louvigny era en realidad el propio Cantillon. Según esta teoría, el cadaver que se encontró entre los restos de la casa era el de otra persona. Esta teoría se basa en dos únicos datos y una pregunta: la noche anterior, Cantillon sacó del banco 10.000 libras, una cantidad equivalente a lo que una persona con un buen nivel económico ganaría en toda su vida. El otro dato es que Cantillon tenía en aquel momento problemas con la ley. Y que cuando huyó, se llevó todo el dinero, pero abandonó el testamento de Cantillon y otros papeles del "difunto" Cantillon, que no tendrían ningun valor para el asesino.

Lo más apropiado que se puede decir es que la vida de Cantillon fue cualquier cosa menos aburrida.





EL SISTEMA DE JOHN LAW:

John Law (Edimburgo, 16 de abril de 1671 - Venecia, 29 de marzo de 1729) fue hijo de un orfebre (o Goldsmith) escocés, que a la muerte de su padre heredó una pequeña fortuna. Mató a un hombre en un duelo por disputarse los favores de la futura condesa de Orkney, fue condenado a muerte, después fue absuelto, el hermano del muerto recurrió, se revisó la condena y fue condenado a pena de carcel, pero escapó al continente. En Amsterdam estudió la banca y recorrió Europa para propagar, sin éxito, sus teorías.

En 1175, año de la muerte del todopoderoso rey Luis XIV, Law llegó a Francia donde se ganó la confianza del regente, el duque Felipe de Orleans.

La idea básica de Law era que los recursos estaban infrautilizados por la insuficiencia de la circulación monetaria. La idea era cierta. Los comerciantes se quejaban desde siglos antes de la escasez de monedas, lo mismo que los agricultores siempre se quejan del tiempo. La teoría en vigencia en aquel momento era la "mercantilista", que aseguraba que se podía paliar el déficit consiguiendo una balanza de pagos con el exterior positiva, lo cual, evidentemente, producía un flujo positivo de entrada de monedas de oro y plata y/o de ambos minerales.

Law quería cortocircuitar este proceso mediante la creación de un banco nacional y la emisión de un tipo de notas bancarias fiduciarias (billetes de banco).

La economía francesa estaba totalmente estrangulada y las finanzas públicas en bancarrota. El regente buscaba desesperádamente una solución. En palabras de Galbraith, “los hombres que buscaban desesperadamente una solución son fáciles de persuadir, porque necesitan desesperadamente que se los persuadan”.

En 1716, Law crea el Banque Royale, que se hizo cargo de las deudas de la corona, así como de las deudas particulares del propio duque Felipe de Orleans. El banco, a cambio, gozaría del privilegio y el monopolio de la emisión fiduciaria, novedad que Law pretendía imponer. Los billetes del banco estaban respaldados en oro y plata, para afrontar esas deudas. En 1717, Law creó la Compañía del Oeste (que era una mera copia de la Compañía de los Mares del Sur - South sea Company, de Ingalterra). La compañía después cambió el nombre a Compañía de las Indias, y por último, compañía del Mississippi. La Compañía tenía el privilegio de explotar las riquezas que se pudieran encontrar en los territorios franceses en América. La compañía, cualquiera que fuese su nombre, tenía un capital extraordinario para su época.

Law convenció a los franceses de que bajo Luisiana se encontraba un extenso yacimiento de minerales, algo que hoy se sabe es totalmente falso, y hasta ridículo. Pero en ese momento sólo había lugar para el optimismo, y los franceses pecaron de confiados, adquiriendo acciones de la Compañía del Oeste a un ritmo desenfrenado. “En 1719 el boom se había convertido en una especulación salvaje. El precio de las acciones subía a veces cada hora.” explica Galbraith.

Como suele suceder en este tipo de ocasiones, las acciones de la compañía se vendían a crédito, con un sólo y pequeño pago inicial. La gente hablaba de las extraordinarias ganancias que tendrían lugar en los territorios franco-americanos. Una vez iniciada la "bola de nieve" especulativa, la gente deseaba pagar las enormes cantidades que valían las acciones de la Compañía. Las acciones de la Compañía, que tenían un avalor nominal de 500 libras turnoise (l.t.), alcanzaron un valor 10.000 l.t. (casi un 6.700% sobre el valor inicial de venta y un 2000% sobre su valor nominal).

El prestigio del escocés también iba en un veloz ascenso. De haber nacido en Francia, probablemente lo habrían nombrado héroe nacional. Pero lo bueno dura poco, porque lentamente las dudas comenzaron a surgir. Los billetes perdieron su credibilidad, y la euforia inicial fue reemplazada por una sensación de suspicacias. Entonces, ocurría lo que John Law no deseaba que ocurriese jamás, la gente pretendía cambiar los billetes por el respaldo en oro y plata que les habían prometido. Claro que ese oro y esa plata estaban enterrados, supuestamente, en Luisiana. Pero realmente no estaba en ningún lado. La Banque Royale rechazó el respaldo de oro y plata que ella misma había estimulado, no aceptaba los billetes que había emitido desenfrenadamente, los cuales entonces carecieron de valor alguno. Finalmente, Law tuvo que huir de Francia. Estuvo cerca de morir en manos de los furiosos y engañados franceses, para quienes la vida de Law valía menos que los billetes de la Banque Royale.

Si bien, la economía francesa, que estaba totalmente deprimida en 1715, se aceleró durante los años de la especulación y de la circulación de los billetes de banco, al fracasar la idea de Law, la economía francesa entró en una profunda recesión, y la idea de crear un banco nacional y emitir billetes fiduciarios fue aparcada durante años.




COMO SE HIZO RICO:

Desde el principio, Cantillon se vio involucrado en el sistema de Law. Se introdujo en el sistema de Law desde las primeras etapas, y pronto estuvo actuando como banquero y agente de Law. Juntos inviertieron dinero en una expedición para comprar tierra en la región del Mississippi, aventura que quedó en nada. Lo más importante, sin embargo, es que compró acciones de la Compañía en los primeros meses de su existencia y las vendió tiempo después, cerca del pico de la cotización, cuando pensaba que el esquema estaba a punto de fracasar. Law pensó que Cantillon era un traidor y le amenazó con encerrarle en prisión. Law le rogó que volviera a la compañía, pero Cantillon se negó.

Hay dudas si Cantillon pensó desde el principio principio que el esquema de Law iba a fallar o si se convenció de ello más tarde. Pero está claro que Cantillon vió la oportunidad desde el principio y la aprovechó.

Cantillon compró acciones de la compañía inglesa South Sea Company. La fiebre especulativa de la compañía francesa se extendió a la inglesa, ya que los ingleses copiaron algunas de las acciones de dicha compañía, y el valor de las acciones pronto subió. Nuevamente Cantillon compró barato al principio y vendió caro antes de que las acciones se derrumbaran en la bolsa.

Una tercera oportunidad se le presentó a Cantillon especulando con las monedas. La moneda inglesa era la libra esterlina (le), y la francesa la libra turnoise (lt). A principios del siglo XVIII, ambos países tenían monedas de oro y plata. Las notas (billetes) del banco de Law y las acciones de su compañía estaban denominados en lt. Law pensaba devaluar (depreciar, bajar) el valor de las monedas de oro, y por lo tanto, aumentar el valor de la lt en términos de otras monedas y de los dos metales preciosos, como parte de un plan para desmonetizar los metales y avanzar sobre un sistema monetario basado en billetes. La idea era que la gente aceptaría con gusto las notas bancarias cuando conociera que el oro y la plata iban a perder valor.

Cantillon especuló contra Law prestando lt en Paris antes de que se revalorizara para cobrar un tiempo después en Londres en le. Sobre el papel hizo un gran beneficio, aunque tuvo dificultades en cobrar todos sus créditos de gente que había perdido mucho dinero y que blasfemaba contra él. Sin embargo fue gravado con impuestos altos en Francia, donde tras el fracaso del sistema de Law se pretendió imponer impuestos a aquellos que se habían lucrado con el sistema de Law.

En la última década de su vida, se vio envuelto en juicios, principalmente por Lady Mary Herbert, su amante, Joseph Gage, sus familias y asociados. Ellos habían pedido prestado dinero a Cantillon para comprar acciones de la Compañía cuando estas estaban subiendo rápidamente y lo habían perdido todo cuando el precio cayó. Pretendían recuperar lo perdido reclamando judicialmente aduciendo que Cantillon había cometido fraude con ellos. Cantillon fue incluso arestado y metido en prisión, aunque sólo por unas horas.

El asunto judicial se fue complicando, con acusaciones de bigamia, intentos de asesinato





Ensayo sobre el comercio en general.

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