LOS GRIEGOS
LOS FILÓSOFOS GRIEGOS
2.1 Las aportaciones de los griegos al análisis económico es muy inferior a sus aportaciones a otros campos como la filosofía, las matemáticas, etc. Además mezclaron la economía con la filosofía, por lo que rara vez se encuentra entre ellos un tópico económico por si mismo.
2.2 Con los griegos del siglo V antes de nuestra, según Henry W. Spiegel, comienza la era de la lógica, que emancipa al hombre de la magia y de la astrología y constituye una época de reyes divinizados y de dioses humanizados. La etapa anterior, la de las civilizaciones de las antiguas China, India, Babilonia, Mesopotamia y Egipto es calificada como prelógica. Esta afirmación es, a mi juicio, excesiva, ya que la historia avanza a pasos pequeños pero continuos, no a grandes saltos, y una etapa se basa en los logros obtenidos de la anterior. Es muy difícil separar etapas históricas como si fuesen departamentos estancos. Los griegos probablemente no inventaron la lógica, sólo la llevaron a su máximo esplendor. Pero indudablemente son los primeros de los que conocemos su razonamiento lógico. Pero esta probablemente esté más bien relacionado con la abundancia de fuentes escritas de origen heleno y la carencia de las mismas de la etapa del oriente cercano. A modo de ejemplo, el teorema de Pitágoras era ya conocido y aplicado en Babilonia y en la India. O el sistema sexagesimal de los sumerios y babilonios, de los que aún nos quedan restos cuando contamos grados, minutos y segundos. Y el cero, que llegó a España junto con el resto de los números a través de los árabes, proviene de los babilonios.
2.3 La palabra economía proviene del griego, pero tiene un significado muy diferente al que le damos ahora. La palabra griega es oikonomia, de οiκος, que significaba casa (otros la traducen por patrimonio) y νέμεωιν (nemó), administrar. Así pues, oikonomós era el administrador de la casa (o del patrimonio, según otros). Nada que ver con el significado actual. Tendrías algo que ver con lo que las mujeres antaño estudiaban como "economías del hogar", o sea, como usar las sobras de pollo para hacer croquetas y cosas similares.
2.2 Con los griegos del siglo V antes de nuestra, según Henry W. Spiegel, comienza la era de la lógica, que emancipa al hombre de la magia y de la astrología y constituye una época de reyes divinizados y de dioses humanizados. La etapa anterior, la de las civilizaciones de las antiguas China, India, Babilonia, Mesopotamia y Egipto es calificada como prelógica. Esta afirmación es, a mi juicio, excesiva, ya que la historia avanza a pasos pequeños pero continuos, no a grandes saltos, y una etapa se basa en los logros obtenidos de la anterior. Es muy difícil separar etapas históricas como si fuesen departamentos estancos. Los griegos probablemente no inventaron la lógica, sólo la llevaron a su máximo esplendor. Pero indudablemente son los primeros de los que conocemos su razonamiento lógico. Pero esta probablemente esté más bien relacionado con la abundancia de fuentes escritas de origen heleno y la carencia de las mismas de la etapa del oriente cercano. A modo de ejemplo, el teorema de Pitágoras era ya conocido y aplicado en Babilonia y en la India. O el sistema sexagesimal de los sumerios y babilonios, de los que aún nos quedan restos cuando contamos grados, minutos y segundos. Y el cero, que llegó a España junto con el resto de los números a través de los árabes, proviene de los babilonios.
2.3 La palabra economía proviene del griego, pero tiene un significado muy diferente al que le damos ahora. La palabra griega es oikonomia, de οiκος, que significaba casa (otros la traducen por patrimonio) y νέμεωιν (nemó), administrar. Así pues, oikonomós era el administrador de la casa (o del patrimonio, según otros). Nada que ver con el significado actual. Tendrías algo que ver con lo que las mujeres antaño estudiaban como "economías del hogar", o sea, como usar las sobras de pollo para hacer croquetas y cosas similares.
HESÍODO
2.4 El privilegio de ser el primer intelectual griego que pensó en la economía fue, según algunos, Hesíodo, un poeta boeciano que vivió en la antigua Grecia hacia la mitad del siglo VIII antes de Cristo. Hesíodo vivió en una pequeña y autosuficiente comunidad agrícola de Ascra, de la que él mismo dijo: «Ascra, un lugar lamentable, malo en invierno, terrible en verano y nunca bueno». Como Miguel Hernández 28 siglos después, Hesíodo fue a la vez y durante su juventud, pastor de ovejas y poeta.
2.5 Pero para entender un poco que diferencia había entre Hesíodo y los filósofos y poetas del siglo V y IV a. de C. (la época clásica de Grecia), debemos examinar como era la sociedad que habitaba las polis griegas de aquella época posterior a Hesíodo.
2.6 Las ciudades - estado griegas eran autónomas, aunque todas hablaban un mismo lenguaje y compartían una misma cultura. Habían grandes rivalidades entre ellas, por lo que nunca pudieron formar un estado nacional.
2.7 Las polis estaban regidas por los aristócratas, que formaban un gobierno aristocrático (el gobierno de los mejores), que después de genera en un gobierno oligarquico (gobierno de unos pocos, de una clase social, familia o estirpe). Estos aristócratas, la mayoría de ellos grandes terratenientes, representaban alrededor de un 7% de la sociedad. El resto eran esclavos o extranjeros, aunque poco a poco apareció una clase media de artesanos que exigían derechos. En un principio la democracia (o gobierno del pueblo) estaba destinado a ese 7% y luego se amplió a estos ciudadanos libres que no tenían antecedentes aristocráticos. Todos los filósofos griegos (Platón y Aristóteles entre ellos) pertenecían a esa minoría. En la mayor polis de Grecia, Atenas ,en el siglo V a de C. se calcula que habían 30 mil aristócratas (ciudadanos) de un total de 400 mil habitantes. Cuando los griegos se referían a extranjeros no hablaban de personas nacidas en el extranjero, tal como usamos esta expresión en la actualidad, sino a gente nacida en el lugar de origen extranjero. Entonces la nacionalidad no se definía en el sentido del lugar de nacimiento, sino en el sentido del lugar de origen de sus ancestros.
2.8 Antes hemos hablado de la invención de la moneda de oro en Lidia. Aunque la invención de la moneda no fue griega, muy pronto esta invención se extendió por toda Grecia como un reguero de pólvora. Con el dinero nació también el crédito, y con él, la cuestión si deben cobrarse intereses, tema que duró más de mil años. Como veremos, es uno de las pocas polémicas que duró tanto tiempo. Pero volvamos al tema que nos interesa: con el dinero y el crédito, apareció un crecimiento económico que, como suele suceder, aumentó las diferencias entre pobres y ricos. También creció la población helena. Los griegos promocionaban entre ellos el matrimonio tardío (quizás el mito o realidad de la condescendencia con la homosexualidad masculina venga de ahí). El alto índice de mortalidad también limitó el crecimiento de la población. Pero esto no bastó. En vez de encontrar la salida del aumento de la producción y del comercio, los griegos encontraron la válvula de escape de la emigración. Por todo el mediterráneo los griegos fundaron colonias, que pronto se volvieron independientes. En la costa ibérico-mediterránea, en todas las islas, en la península itálica, en Asia Menor, en Egipto, en Palestina. En todas partes fundaron colonias, donde al revés que los romanos no conquistaban a los pueblos originarios del lugar, sino que comerciaban con ellos. Estas polis independientes también comerciaban con otras ciudades-estado originales de la península helénica.
2.9 La esclavitud también frenó el crecimiento económico, como es la norma histórica general. La guerra civil estadounidense no fue una guerra, como la mayoría de la gente piensa, entre los estados del norte que querían abolir la esclavitud y los estados del sur que querían conservarla. No fue una guerra entre altruistas y esclavistas. Fue una guerra entre los estados del norte que buscaban la protección arancelaria para su naciente industria contra la potente industria británica y los negreros del sur que buscaban, al contrario, el libre comercio para sus productos, algodón y tabaco principalmente. La esclavitud de los estados del sur fue un freno para los estados norteños que generaban muy escasa demanda de productos industriales del norte, y una vez constreñidos a su mercado interno por sus propias tarifas arancelarias, necesitaban desarrollar su propio mercado interno. De un modo similar la esclavitud siempre fue un freno para el desarrollo de las ciudades-estado helénicas, y en general, de todos los pueblos esclavistas anteriores y posteriores hasta el siglo XIX. Los esclavos no consumen productos industriales. Además los esclavos presionan a los trabajadores libres y a los artesanos independientes para que sus remuneraciones sean lo más bajas posibles. De esta manera no se desarrolla una capacidad adquisitiva lo suficientemente importante como para desarrollar algun tipo de industria, aunque sea artesanal. La ruina económica llevaba a la esclavitud no al desempleo. No existía en la lengua griega clásica una palabra para el concepto de competencia. Por el contrario los griegos practicaban mucho el monopolio.
2.10 Pero en los tiempos de Hesíodo en la ciudad donde nació las cosas eran diferentes. Hesíodo vivió en una pequeña comunidad agrícola autosuficiente y pobre donde no había esa diferenciación tan brutal entre las clases sociales. En la obra por la que se le puede considerar el primer economista, Trabajos y días, un poema de 828 versos, hay 383 versos centrados en el problema económico fundamental de la escasez de recursos para el propósito de los numerosos y afundantes fines y deseos humanos. Los griegos restringía el consumo de productos extranjeros, tanto para obtener ingresos como para proteger la industria doméstica.
2.11 Hesíodo adopta el mito común religioso de la "Edad Dorada", un paraíso o edén de riquezas ilimitadas. En dicho lugar no habría ningún problema económico, ningún problema de escasez, porque todos los deseos humanos serían inmediatamente cumplimentados. Pero ahora todo es diferente y "los hombres nunca descansan del trabajo y de las penas del día y de perecer por la noche". La causa de esta escasez es la expulsión del hombre del paraíso. Porque hay escasez, asegura Hesíodo, trabajo, materiales y tiempo son escasos. Además, la escasez sólo puede ser parcialmente compensada con la aplicación energética de trabajo y capital. Es el mito helénico de Pandora.
2.12 "Los Dioses y los hombres odian igualmente al que vive sin hacer nada, semejante a los zánganos, que carecen de aguijón y que, sin trabajar por su cuenta, devoran el trabajo de las abejas. Séate agradable trabajar útilmente, a fin de que tus graneros se llenen en tiempo oportuno. El trabajo hace a los hombres opulentos y ricos en rebaños, y trabajando serás más caro a los Dioses y a los hombres, porque tienen odio a los perezosos. No es el trabajo quien envilece, sino la ociosidad. Si trabajas, no tardará el perezoso en tener envidia de ver que te enriqueces, porque la virtud y la gloria acompañan a las riquezas; y así serás semejante a un Dios. Por eso más vale trabajar, no mirar con espíritu envidioso las riquezas de los demás, y tener la preocupación de tu sustento, como te aconsejo. La mala vergüenza posee al indigente".
2.13 Hesíodo da más importancia al trabajo que al capital. Asegura que hay 3 estímulos principales para el trabajo: las necesidades básicas de la vida, una desaprobación social de la pereza y el deseo de emular el consumo estandar de otros individuos. Para Hesíodo, la emulación conduce a un desarrollo sano de un espíritu competitivo, lo que él llama "el buen conflicto", una fuerza vital en el alivio del problema básico de la escasez. Para mantener una competencia justa y armoniosa, Hesíodo vigorosamente excluye los métodos injustos de adquirir riqueza, como el robo, y aboga por el imperio de la ley y el respeto de la justicia para establecer el orden y la armonía en el interior de la sociedad. Hesíodo tenía una visión más optimista del crecimiento económico, del trabajo y de la competencia libre que tres siglos y medio después tendrían los filósofos más filosóficamente sofisticados, Platón y Aristóteles. Según el enlace de Wikipedia, la obra de Hesíodo Trabajo y días se enmarca dentro de una crisis agraria en el continente griego en la época de este poeta.
2.5 Pero para entender un poco que diferencia había entre Hesíodo y los filósofos y poetas del siglo V y IV a. de C. (la época clásica de Grecia), debemos examinar como era la sociedad que habitaba las polis griegas de aquella época posterior a Hesíodo.
2.6 Las ciudades - estado griegas eran autónomas, aunque todas hablaban un mismo lenguaje y compartían una misma cultura. Habían grandes rivalidades entre ellas, por lo que nunca pudieron formar un estado nacional.
2.7 Las polis estaban regidas por los aristócratas, que formaban un gobierno aristocrático (el gobierno de los mejores), que después de genera en un gobierno oligarquico (gobierno de unos pocos, de una clase social, familia o estirpe). Estos aristócratas, la mayoría de ellos grandes terratenientes, representaban alrededor de un 7% de la sociedad. El resto eran esclavos o extranjeros, aunque poco a poco apareció una clase media de artesanos que exigían derechos. En un principio la democracia (o gobierno del pueblo) estaba destinado a ese 7% y luego se amplió a estos ciudadanos libres que no tenían antecedentes aristocráticos. Todos los filósofos griegos (Platón y Aristóteles entre ellos) pertenecían a esa minoría. En la mayor polis de Grecia, Atenas ,en el siglo V a de C. se calcula que habían 30 mil aristócratas (ciudadanos) de un total de 400 mil habitantes. Cuando los griegos se referían a extranjeros no hablaban de personas nacidas en el extranjero, tal como usamos esta expresión en la actualidad, sino a gente nacida en el lugar de origen extranjero. Entonces la nacionalidad no se definía en el sentido del lugar de nacimiento, sino en el sentido del lugar de origen de sus ancestros.
2.8 Antes hemos hablado de la invención de la moneda de oro en Lidia. Aunque la invención de la moneda no fue griega, muy pronto esta invención se extendió por toda Grecia como un reguero de pólvora. Con el dinero nació también el crédito, y con él, la cuestión si deben cobrarse intereses, tema que duró más de mil años. Como veremos, es uno de las pocas polémicas que duró tanto tiempo. Pero volvamos al tema que nos interesa: con el dinero y el crédito, apareció un crecimiento económico que, como suele suceder, aumentó las diferencias entre pobres y ricos. También creció la población helena. Los griegos promocionaban entre ellos el matrimonio tardío (quizás el mito o realidad de la condescendencia con la homosexualidad masculina venga de ahí). El alto índice de mortalidad también limitó el crecimiento de la población. Pero esto no bastó. En vez de encontrar la salida del aumento de la producción y del comercio, los griegos encontraron la válvula de escape de la emigración. Por todo el mediterráneo los griegos fundaron colonias, que pronto se volvieron independientes. En la costa ibérico-mediterránea, en todas las islas, en la península itálica, en Asia Menor, en Egipto, en Palestina. En todas partes fundaron colonias, donde al revés que los romanos no conquistaban a los pueblos originarios del lugar, sino que comerciaban con ellos. Estas polis independientes también comerciaban con otras ciudades-estado originales de la península helénica.
2.9 La esclavitud también frenó el crecimiento económico, como es la norma histórica general. La guerra civil estadounidense no fue una guerra, como la mayoría de la gente piensa, entre los estados del norte que querían abolir la esclavitud y los estados del sur que querían conservarla. No fue una guerra entre altruistas y esclavistas. Fue una guerra entre los estados del norte que buscaban la protección arancelaria para su naciente industria contra la potente industria británica y los negreros del sur que buscaban, al contrario, el libre comercio para sus productos, algodón y tabaco principalmente. La esclavitud de los estados del sur fue un freno para los estados norteños que generaban muy escasa demanda de productos industriales del norte, y una vez constreñidos a su mercado interno por sus propias tarifas arancelarias, necesitaban desarrollar su propio mercado interno. De un modo similar la esclavitud siempre fue un freno para el desarrollo de las ciudades-estado helénicas, y en general, de todos los pueblos esclavistas anteriores y posteriores hasta el siglo XIX. Los esclavos no consumen productos industriales. Además los esclavos presionan a los trabajadores libres y a los artesanos independientes para que sus remuneraciones sean lo más bajas posibles. De esta manera no se desarrolla una capacidad adquisitiva lo suficientemente importante como para desarrollar algun tipo de industria, aunque sea artesanal. La ruina económica llevaba a la esclavitud no al desempleo. No existía en la lengua griega clásica una palabra para el concepto de competencia. Por el contrario los griegos practicaban mucho el monopolio.
2.10 Pero en los tiempos de Hesíodo en la ciudad donde nació las cosas eran diferentes. Hesíodo vivió en una pequeña comunidad agrícola autosuficiente y pobre donde no había esa diferenciación tan brutal entre las clases sociales. En la obra por la que se le puede considerar el primer economista, Trabajos y días, un poema de 828 versos, hay 383 versos centrados en el problema económico fundamental de la escasez de recursos para el propósito de los numerosos y afundantes fines y deseos humanos. Los griegos restringía el consumo de productos extranjeros, tanto para obtener ingresos como para proteger la industria doméstica.
2.11 Hesíodo adopta el mito común religioso de la "Edad Dorada", un paraíso o edén de riquezas ilimitadas. En dicho lugar no habría ningún problema económico, ningún problema de escasez, porque todos los deseos humanos serían inmediatamente cumplimentados. Pero ahora todo es diferente y "los hombres nunca descansan del trabajo y de las penas del día y de perecer por la noche". La causa de esta escasez es la expulsión del hombre del paraíso. Porque hay escasez, asegura Hesíodo, trabajo, materiales y tiempo son escasos. Además, la escasez sólo puede ser parcialmente compensada con la aplicación energética de trabajo y capital. Es el mito helénico de Pandora.
2.12 "Los Dioses y los hombres odian igualmente al que vive sin hacer nada, semejante a los zánganos, que carecen de aguijón y que, sin trabajar por su cuenta, devoran el trabajo de las abejas. Séate agradable trabajar útilmente, a fin de que tus graneros se llenen en tiempo oportuno. El trabajo hace a los hombres opulentos y ricos en rebaños, y trabajando serás más caro a los Dioses y a los hombres, porque tienen odio a los perezosos. No es el trabajo quien envilece, sino la ociosidad. Si trabajas, no tardará el perezoso en tener envidia de ver que te enriqueces, porque la virtud y la gloria acompañan a las riquezas; y así serás semejante a un Dios. Por eso más vale trabajar, no mirar con espíritu envidioso las riquezas de los demás, y tener la preocupación de tu sustento, como te aconsejo. La mala vergüenza posee al indigente".
2.13 Hesíodo da más importancia al trabajo que al capital. Asegura que hay 3 estímulos principales para el trabajo: las necesidades básicas de la vida, una desaprobación social de la pereza y el deseo de emular el consumo estandar de otros individuos. Para Hesíodo, la emulación conduce a un desarrollo sano de un espíritu competitivo, lo que él llama "el buen conflicto", una fuerza vital en el alivio del problema básico de la escasez. Para mantener una competencia justa y armoniosa, Hesíodo vigorosamente excluye los métodos injustos de adquirir riqueza, como el robo, y aboga por el imperio de la ley y el respeto de la justicia para establecer el orden y la armonía en el interior de la sociedad. Hesíodo tenía una visión más optimista del crecimiento económico, del trabajo y de la competencia libre que tres siglos y medio después tendrían los filósofos más filosóficamente sofisticados, Platón y Aristóteles. Según el enlace de Wikipedia, la obra de Hesíodo Trabajo y días se enmarca dentro de una crisis agraria en el continente griego en la época de este poeta.
TEXTOS SELECCIONADOS: LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS
2.14 Libro I: En cuanto a la otra, la oscura Nix la parió la primera, y el alto Cronida que habita en el éter la situó bajo las raíces de la tierra para que fuese mejor con los hombres, pues excita al perezoso al trabajo. En efecto, si un hombre ocioso mira a un rico, se apresura a labrar, a plantar, a gobernar bien su casa. El vecino excita la emulación del vecino, que se apresura a enriquecerse, y esta envidia es buena para los hombres. Con él, el alfarero envidia al alfarero, el obrero envidia al obrero, el mendigo envidia al mendigo y el aeda envidia al aeda.
¡Oh Perses! retén esto en tu espíritu: que la envidia, que se regocija de los males, no desvíe tu espíritu del trabajo, [...] Una vez saciado, entablarás, si quieres, procesos y querellas a las riquezas de los otros; [...] Los Dioses, en efecto, ocultaron a los hombres el sustento de la vida; pues, de otro modo, durante un solo día trabajarías lo suficiente para todo el año, viviendo sin hacer nada. Al punto colgarías el mango del arado por encima del humo, y pararías el trabajo de los bueyes y de las mulas pacientes.[...]
Y Zeus llamó a ésta mujer Pandora, porque todos los Dioses de las moradas olímpicas le dieron algún don, que se convirtiera en daño de los hombres que se alimentan de pan. [...]
Antes de aquel día, las generaciones de hombres vivían sobre la tierra exentas de males, y del rudo trabajo, y de las enfermedades crueles que acarrean la muerte a los hombres. Porque ahora los mortales envejecen entre miserias.
Y aquella mujer, levantando la tapa de un gran vaso que tenía en sus manos esparció sobre los hombres las miserias horribles. Únicamente la Esperanza quedó en el vaso, detenida en los bordes, y no echó a volar porque Pandora había vuelto a cerrar la tapa por orden de Zeus tempestuoso que amontona las nubes.
Y he aquí que se esparcen innumerables males entre los hombres, y llenan la tierra y cubren el mar; noche y día abruman las enfermedades a los hombres, trayéndoles en silencio todos los dolores porque el sabio Zeus les ha negado la voz. Y así es que nadie puede evitar la voluntad de Zeus. [...]
Bajo el imperio de Cronos que mandaba en el Urano, vivían como Dioses, dotados de un espíritu tranquilo. No conocían el trabajo, ni el dolor, ni la cruel vejez; guardaban siempre el vigor de sus pies y de sus manos, y se encantaban con festines, lejos de todos los males, y morían como se duerme. Poseían todos los bienes; la tierra fértil producía por si sola en abundancia; y en una tranquilidad profunda, compartían estas riquezas con la muchedumbre de los demás hombres irreprochables.
Porque ahora es la Edad de Hierro. Los hombres no cesarán de estar abrumados de trabajos y de miserias durante el día, ni de ser corrompidos durante la noche, y los Dioses les prodigarán amargas inquietudes. [...]
Acuerdate siempre de mi consejo, y trabaja, ¡oh Perses, raza de Dioses! con el fin de que el hambre te deteste y de que Demeter la de la hermoso corona, la venerable, te ame y llene tu granero; porque el hambre es la compañera inseparable del perezoso. Los Dioses y los hombres odian igualmente al que vive sin hacer nada, semejante a los zánganos, que carecen de aguijón y que, sin trabajar por su cuenta, devoran el trabajo de las abejas. Séate agradable trabajar útilmente, a fin de que tus graneros se llenen en tiempo oportuno. El trabajo hace a los hombres opulentos y ricos en rebaños, y trabajando serás más caro a los Dioses y a los hombres, porque tienen odio a los perezosos. No es el trabajo quien envilece, sino la ociosidad. Si trabajas, no tardará el perezoso en tener envidia de ver que te enriqueces, porque la virtud y la gloria acompañan a las riquezas; y así serás semejante a un Dios. Por eso más vale trabajar, no mirar con espíritu envidioso las riquezas de los demás, y tener la preocupación de tu sustento, como te aconsejo. La mala vergüenza posee al indigente.
No aspires a ganancias ilícitas, porque equivalen a la ruina. Ama al que te ame, ayuda al que te ayude, da al que te dé; pero no des nada a quien no te dé nada. Se da, en efecto, al que da; pero nadie da a quien no da nada. Buena es la liberalidad; pero la rapiña es mala y mortal. Si alguien da, aunque sea mucho, y por su propio impulso, se alegra de dar y está contento de ello en su corazón; pero el que roba escudándose en su impudicia, aunque sea poco, queda con el corazón desgarrado, porque si añades lo poco a lo poco, pero frecuentemente, pronto lo poco se hará mucho. El que añade a lo que posee, evitará el hambre negra. Lo que está seguro en casa no inquieta al amo. Más vale que esté todo en casa, ya que lo que hay fuera está expuesto. Dulce es gozar de los bienes presentes y, cruel desear los de fuera. Te aconsejo evitar todas estas cosas. [...]
Da siempre exactamente el salario convenido a tu amigo. Hasta cuando juegues con tu hermano, ten un testigo; la credulidad y la desconfianza pierden por igual a los hombres. No seduzca tu espíritu con su dulce charla la mujer que adorna su desnudez, porque anda buscando tu hacienda: y quien se fía de semejante mujer se fía del ladrón.
Al hijo único es a quien compete vigilar la casa paterna, y así es como la riqueza se acrece en las moradas. ¡Ojalá mueras viejo y dejes un solo hijo en tu lugar! Zeus otorga también grandes riquezas a las familias numerosas. Los esfuerzos de muchos producen bienes mayores. Así, pues, si tu espíritu desea riquezas, procede como te aconsejo y añade trabajo al trabajo.
¡Oh Perses! retén esto en tu espíritu: que la envidia, que se regocija de los males, no desvíe tu espíritu del trabajo, [...] Una vez saciado, entablarás, si quieres, procesos y querellas a las riquezas de los otros; [...] Los Dioses, en efecto, ocultaron a los hombres el sustento de la vida; pues, de otro modo, durante un solo día trabajarías lo suficiente para todo el año, viviendo sin hacer nada. Al punto colgarías el mango del arado por encima del humo, y pararías el trabajo de los bueyes y de las mulas pacientes.[...]
Y Zeus llamó a ésta mujer Pandora, porque todos los Dioses de las moradas olímpicas le dieron algún don, que se convirtiera en daño de los hombres que se alimentan de pan. [...]
Antes de aquel día, las generaciones de hombres vivían sobre la tierra exentas de males, y del rudo trabajo, y de las enfermedades crueles que acarrean la muerte a los hombres. Porque ahora los mortales envejecen entre miserias.
Y aquella mujer, levantando la tapa de un gran vaso que tenía en sus manos esparció sobre los hombres las miserias horribles. Únicamente la Esperanza quedó en el vaso, detenida en los bordes, y no echó a volar porque Pandora había vuelto a cerrar la tapa por orden de Zeus tempestuoso que amontona las nubes.
Y he aquí que se esparcen innumerables males entre los hombres, y llenan la tierra y cubren el mar; noche y día abruman las enfermedades a los hombres, trayéndoles en silencio todos los dolores porque el sabio Zeus les ha negado la voz. Y así es que nadie puede evitar la voluntad de Zeus. [...]
Bajo el imperio de Cronos que mandaba en el Urano, vivían como Dioses, dotados de un espíritu tranquilo. No conocían el trabajo, ni el dolor, ni la cruel vejez; guardaban siempre el vigor de sus pies y de sus manos, y se encantaban con festines, lejos de todos los males, y morían como se duerme. Poseían todos los bienes; la tierra fértil producía por si sola en abundancia; y en una tranquilidad profunda, compartían estas riquezas con la muchedumbre de los demás hombres irreprochables.
Porque ahora es la Edad de Hierro. Los hombres no cesarán de estar abrumados de trabajos y de miserias durante el día, ni de ser corrompidos durante la noche, y los Dioses les prodigarán amargas inquietudes. [...]
Acuerdate siempre de mi consejo, y trabaja, ¡oh Perses, raza de Dioses! con el fin de que el hambre te deteste y de que Demeter la de la hermoso corona, la venerable, te ame y llene tu granero; porque el hambre es la compañera inseparable del perezoso. Los Dioses y los hombres odian igualmente al que vive sin hacer nada, semejante a los zánganos, que carecen de aguijón y que, sin trabajar por su cuenta, devoran el trabajo de las abejas. Séate agradable trabajar útilmente, a fin de que tus graneros se llenen en tiempo oportuno. El trabajo hace a los hombres opulentos y ricos en rebaños, y trabajando serás más caro a los Dioses y a los hombres, porque tienen odio a los perezosos. No es el trabajo quien envilece, sino la ociosidad. Si trabajas, no tardará el perezoso en tener envidia de ver que te enriqueces, porque la virtud y la gloria acompañan a las riquezas; y así serás semejante a un Dios. Por eso más vale trabajar, no mirar con espíritu envidioso las riquezas de los demás, y tener la preocupación de tu sustento, como te aconsejo. La mala vergüenza posee al indigente.
No aspires a ganancias ilícitas, porque equivalen a la ruina. Ama al que te ame, ayuda al que te ayude, da al que te dé; pero no des nada a quien no te dé nada. Se da, en efecto, al que da; pero nadie da a quien no da nada. Buena es la liberalidad; pero la rapiña es mala y mortal. Si alguien da, aunque sea mucho, y por su propio impulso, se alegra de dar y está contento de ello en su corazón; pero el que roba escudándose en su impudicia, aunque sea poco, queda con el corazón desgarrado, porque si añades lo poco a lo poco, pero frecuentemente, pronto lo poco se hará mucho. El que añade a lo que posee, evitará el hambre negra. Lo que está seguro en casa no inquieta al amo. Más vale que esté todo en casa, ya que lo que hay fuera está expuesto. Dulce es gozar de los bienes presentes y, cruel desear los de fuera. Te aconsejo evitar todas estas cosas. [...]
Da siempre exactamente el salario convenido a tu amigo. Hasta cuando juegues con tu hermano, ten un testigo; la credulidad y la desconfianza pierden por igual a los hombres. No seduzca tu espíritu con su dulce charla la mujer que adorna su desnudez, porque anda buscando tu hacienda: y quien se fía de semejante mujer se fía del ladrón.
Al hijo único es a quien compete vigilar la casa paterna, y así es como la riqueza se acrece en las moradas. ¡Ojalá mueras viejo y dejes un solo hijo en tu lugar! Zeus otorga también grandes riquezas a las familias numerosas. Los esfuerzos de muchos producen bienes mayores. Así, pues, si tu espíritu desea riquezas, procede como te aconsejo y añade trabajo al trabajo.
2.15 Libro II: Trabaja, ¡oh insensato Perses! en la tarea que los Dioses destinaron para los hombres, no vaya a ser que, gimiendo tu corazón, con tu mujer y tus hijos, tengas que buscar el sustento en casa de tus vecinos, que te rechazarán. Acaso lograras éxito dos o tres veces; pero si vuelves a importunarlos, ya no lograrás nada; hablarás mucho en vano y será inútil la multitud de tus palabras. Te aconsejo, pues, que empieces por pensar en el pago de tus deudas y en evitar el hambre.
Ante todo, procura tener una casa, una mujer, un buey de labor y una servidora soltera que siga a tus bueyes. Ten en tu morada todos los instrumentos necesarios, con el fin de que no hayas de pedírselos a otros y de que no carezcas de ellos si se te rehúsan; porque entonces pasará el tiempo y el trabajo quedará por hacer. No dejes nada para el día siguiente, ni para el otro día, porque el trabajo diferido no llena el granero. La actividad acrecerá tus riquezas, porque el hombre que difiere siempre las cosas lucha con la ruina.
[Sigue una serie de consejos, primero sobre agricultura, después sobre navegación, después sobre la elección de esposa y sobre el matrimonio y sobre otros muchos temas propios de una sociedad agrícola]
LAS REFORMAS DE SOLÓN
Traducción de en.Wikipedia: SOLON. El texto trata de complementar al de la página en español de Wikipedia sobre Solón.
Antecedentes.
Durante los tiempos de Solón, muchas ciudades-estado griegas habían visto la aparición de tiranos, nobles oportunistas que se habían apoderado del poder en nombre de intereses sectoriales. En Sicyón, Clístenes había usurpado el poder en nombre de la minoría ioniana. En Megara, Teágenes había llegado al poder como enemigo de los oligarcas locales. El yerno de Teágenes, un noble ateniense llamado Cilón, hizo un intento fallido de tomar el poder en Atenas en el 632 a. d C. A Solón, por otro lado, parece que le fueron otorgados poderes autocráticos temporalmente por sus conciudadanos, debido a la sabiduría que tuvo en resolver las diferencias entre ellos de una manera pacífica y equitativa [...]
a
a
DEMÓCRITO, PITÁGORAS, HERÁCLITO
2.14 Demócrito (460 - 370) defendió la propiedad privada. Demócrito, habiendo visto el contraste entre la economía basada en la propiedad privada de Atenas y el colectivismo oligárquico de Esparta, concluyó que la propiedad privada es la forma superior de organización económica. La propiedad privada constituye un incentivo para trabajar, ya que "los incentivos procedentes de los bienes comunales dan menos placer, y el gasto menos dolor".
2.15 Demócrito fue, según los autores consultados, el primer precedente de una teoría subjetiva del valor: "Para todos los seres humanos la misma cosa es buena y verdadera, pero personas diferentes encuentran placenteras diferentes cosas"; "Las cosas más agradables se convierten en las más desagradables cuando no reina la moderación"; "Si se sobrepasa la medida, lo más agradable se torna en lo más desagradable". Demócrito también fue el primero en mostrar la idea de la preferencia temporal por los bienes presentes: "No es seguro que el hombre joven llegue a viejo alguna vez, de lo que se deduce que la mercancía en mano es superior a la que aún está por venir". Esta afirmación es recogida por muchos autores modernos como Pigou, W. S. Jevons, Irving Fisher, Alfred Marshall 1890 (una falta de autocontrol) y Böhm-Bawerk 1891 (la incompleta imaginación), entre otros autores que piensan que esta valoración mayor de los bienes presentes sobre los futuros es "una visión telescópica defectuosa" (el mismo Pigou en 1920).
2.16 Mientras Pitágoras, quizás porque se acercó a las matemáticas a través de la música (fue el descubridor de las relaciones matemáticas que determinan los intervalos de la escala musical), afirmaba que el mundo es todo armonía y equilibrio, Heráclito, al contrario, enseñó que "la guerra es la madre de todas las cosas". Esta afirmación es comúnmente interpretada como que la confrontación entre cosas opuestas genera equilibrio. Hay quién afirma que el modelo clásico de David Ricardo, Malthus y Jean Baptiste Say recoge la idea de armonía de Pitágoras, y otros afirman que el darwinismo social nace de la idea de Heráclito de enfrentamiento entre opuestos (y de Darwin sobre que el más fuerte sobrevive y lega a su descendencia sus genes). Con respecto a la primera afirmación, es cierto que en la Inglaterra de fines del siglo XVIII y principios del XIX era común enseñar a los niños y jóvenes griego clásico y filosofía griega (casi seguro que David Ricardo fue la única excepción). Claro está que la filosofía ni de uno ni de otro se constriñe sólamente a estas dos ideas, pero son las que nos interesan. Pero no puedo dejar pasar la ocasión sin afirmar que de Heráclito es la idea, entre muchas otras, de que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, o sea, todo fluye, nada permanece.
2.17 De Heráclito también se dice que fue el precursor de la filosofía hegeliana, en la cual se inspiró Carlos Marx. Heráclito afirmaba que los opuestos no se contradicen, sino que forman una unidad armónica (pero no estática). O dicho de otro modo, los conceptos sólo pueden comprenderse en relación con sus opuestos, o dicho de una forma exagerada y llevada al extremo, los opuestos son identicos. De Hegel (1770 - 1831) obtenemos la dialéctica que, partiendo de una tesis, obtenemos sus contradicciones o antítesis. De esta confontración surge en tercer lugar la síntesis, una nueva formulación del problema que, en definitiva, es una nueva tesis. La frase más célebre de Heráclito, "la guerra es la madre de todas las cosas", debe entenderse en este sentido, de confontración entre opuestos para lograr una síntesis. Resumiendo, ya que no es este el momento de tratar este tema aquí, Marx afirma que de la confontración burguesia contra elproletariado surgirá una síntesís que es en definitiva la sociedad comunista. Spiegel relaciona esta idea de Heráclito con la noción del mercado autoregulado, con la noción del darwinismo social del siglo XIX y con el Sistema de las Contradicciones Económicas de Proudhon. Esto último de Proudhon no lo conozco, pero procuraré enterarme conforme vaya desarrollando el libro. En cuanto a los del mercado autoregulado supongo que debe ser por la confrontación de la oferta y la demanda (los opuestos), de lo cual sale la síntesis (el precio). Pero en cuanto al darwinismo social del siglo XIX, no veo ninguna relación, pero Spiegel no explica esta relación.
2.15 Demócrito fue, según los autores consultados, el primer precedente de una teoría subjetiva del valor: "Para todos los seres humanos la misma cosa es buena y verdadera, pero personas diferentes encuentran placenteras diferentes cosas"; "Las cosas más agradables se convierten en las más desagradables cuando no reina la moderación"; "Si se sobrepasa la medida, lo más agradable se torna en lo más desagradable". Demócrito también fue el primero en mostrar la idea de la preferencia temporal por los bienes presentes: "No es seguro que el hombre joven llegue a viejo alguna vez, de lo que se deduce que la mercancía en mano es superior a la que aún está por venir". Esta afirmación es recogida por muchos autores modernos como Pigou, W. S. Jevons, Irving Fisher, Alfred Marshall 1890 (una falta de autocontrol) y Böhm-Bawerk 1891 (la incompleta imaginación), entre otros autores que piensan que esta valoración mayor de los bienes presentes sobre los futuros es "una visión telescópica defectuosa" (el mismo Pigou en 1920).
2.16 Mientras Pitágoras, quizás porque se acercó a las matemáticas a través de la música (fue el descubridor de las relaciones matemáticas que determinan los intervalos de la escala musical), afirmaba que el mundo es todo armonía y equilibrio, Heráclito, al contrario, enseñó que "la guerra es la madre de todas las cosas". Esta afirmación es comúnmente interpretada como que la confrontación entre cosas opuestas genera equilibrio. Hay quién afirma que el modelo clásico de David Ricardo, Malthus y Jean Baptiste Say recoge la idea de armonía de Pitágoras, y otros afirman que el darwinismo social nace de la idea de Heráclito de enfrentamiento entre opuestos (y de Darwin sobre que el más fuerte sobrevive y lega a su descendencia sus genes). Con respecto a la primera afirmación, es cierto que en la Inglaterra de fines del siglo XVIII y principios del XIX era común enseñar a los niños y jóvenes griego clásico y filosofía griega (casi seguro que David Ricardo fue la única excepción). Claro está que la filosofía ni de uno ni de otro se constriñe sólamente a estas dos ideas, pero son las que nos interesan. Pero no puedo dejar pasar la ocasión sin afirmar que de Heráclito es la idea, entre muchas otras, de que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, o sea, todo fluye, nada permanece.
2.17 De Heráclito también se dice que fue el precursor de la filosofía hegeliana, en la cual se inspiró Carlos Marx. Heráclito afirmaba que los opuestos no se contradicen, sino que forman una unidad armónica (pero no estática). O dicho de otro modo, los conceptos sólo pueden comprenderse en relación con sus opuestos, o dicho de una forma exagerada y llevada al extremo, los opuestos son identicos. De Hegel (1770 - 1831) obtenemos la dialéctica que, partiendo de una tesis, obtenemos sus contradicciones o antítesis. De esta confontración surge en tercer lugar la síntesis, una nueva formulación del problema que, en definitiva, es una nueva tesis. La frase más célebre de Heráclito, "la guerra es la madre de todas las cosas", debe entenderse en este sentido, de confontración entre opuestos para lograr una síntesis. Resumiendo, ya que no es este el momento de tratar este tema aquí, Marx afirma que de la confontración burguesia contra elproletariado surgirá una síntesís que es en definitiva la sociedad comunista. Spiegel relaciona esta idea de Heráclito con la noción del mercado autoregulado, con la noción del darwinismo social del siglo XIX y con el Sistema de las Contradicciones Económicas de Proudhon. Esto último de Proudhon no lo conozco, pero procuraré enterarme conforme vaya desarrollando el libro. En cuanto a los del mercado autoregulado supongo que debe ser por la confrontación de la oferta y la demanda (los opuestos), de lo cual sale la síntesis (el precio). Pero en cuanto al darwinismo social del siglo XIX, no veo ninguna relación, pero Spiegel no explica esta relación.
JENOFONTE
2.18 Jenofonte (450 - 354 antes de nuestra era) fue un historiador griego, soldado, mercenario, contemporáneo y admirador de Sócrates. La influencia babilónica y persia en el pensamiento administrativo económico griego está presente en el trabajo de Jenofonte. Es conocido por sus escritos sobre la historia de su propio teimpo, el siglo cuarto antes de cristo, entre otras cosas al preservar los dichos de Sócrates y la vida de la Grecia clásica.
2.19 El mejor registro de la tradición de la administración económic se encuentra en el tratado de Jenofonte Oeconomicus, escrito hacia la mitad del IV siglo antes de nuestra era. Él mismo escribió una biografía de Ciro el Grande basada en la tradición babilónica y persa, Ciropedia, que enfatiza el entrenamiento de Ciro para el liderazgo militar y administrativo. El Hiero de Jenofonte contiene discusiones sobre los estímulos administrativos de la producción privada y la tecnología a través del reconocimiento público y los precios. Su Maneras y medios fue un tratado de la evolución económica que puso el énfasis en las economías de escala. El Oeconomicus referido unas líneas arriba es un tratado de organización y administración de un estado agrícola, que pone el énfasis en el capital humano y la organización eficiente. La granja familiar es la columna vertebral del estado y el botín de las operaciones militares y la primera fuente de excedente tanto para las granjas como para las ciudades. En dicho trabajo, la valoración personal y subjetiva de las mercancías es analizada y comparada con el valor de cambio. Jenofonte usa el ejemplo de un caballo, que puede no tener ningún uso para una persona que no sabe manejarlo, pero todavía tiene un valor de cambio. A pesar de esto amplía la idea basada en el uso individual a un concepto social más general del valor a través del intercambio, aunque los académicos aseguran que esta no es una teoría del valor de mercado. En Ciropedia Jenofonte presenta lo que, en retrospectiva, puede considerarse como la base para una teoría del intercambio equitativo en el mercado. En una anécdota el joven Ciro es llamado para juzgar la justicia de un intercambio entre un niño alto y otro bajo. El muchacho alta fuerza al otro a intercambiar sus túnicas, ya que la del chico lato es demasiado corta para él, más corta que la del chico bajo, para quién su túnica resultaba demasiado larga. Ciro considera el intercamnio justo porque las túnicas resultan más apropiadas para ambos por sus longitudes. Los mentores de Ciro no se mostraron complacidos con su decisión basándose en que el intercambio no fue voluntario. Más adelante en la biografía, Jenofonte discute el concepto de división del trabajo haciendo referencia a los cocineros y trabajadores de una zapatería. Varios investigadores han advertido que las primeras notas de Adam Smith sobre este tema se pueden interpretar como una paráfrasis de la discusión de Jenofonte sobre el papel del carpintero como un "chico para todo" en las pequeñas ciudades y un especialista en las grandes ciudades. Adam Smith señalaría más tarde que la división del trabajo está limitada por la extensión del mercado. ¿Conocía A. Smith la obra de Jenofonte? Marx atribuye a la Ciropedia el origen de la idea de que la división del trabajo está correlacionada con el tamaño del mercado. Jenofonte también presenta un ejemplo de una ventaja mutua en el intercambio en una historia de la coordinación de Ciro al intercambiar el excedente de tierra d elos armenios, que eran pastores, y el excedente de tierra de los caldeos, que eran agricultores.
2.19 El mejor registro de la tradición de la administración económic se encuentra en el tratado de Jenofonte Oeconomicus, escrito hacia la mitad del IV siglo antes de nuestra era. Él mismo escribió una biografía de Ciro el Grande basada en la tradición babilónica y persa, Ciropedia, que enfatiza el entrenamiento de Ciro para el liderazgo militar y administrativo. El Hiero de Jenofonte contiene discusiones sobre los estímulos administrativos de la producción privada y la tecnología a través del reconocimiento público y los precios. Su Maneras y medios fue un tratado de la evolución económica que puso el énfasis en las economías de escala. El Oeconomicus referido unas líneas arriba es un tratado de organización y administración de un estado agrícola, que pone el énfasis en el capital humano y la organización eficiente. La granja familiar es la columna vertebral del estado y el botín de las operaciones militares y la primera fuente de excedente tanto para las granjas como para las ciudades. En dicho trabajo, la valoración personal y subjetiva de las mercancías es analizada y comparada con el valor de cambio. Jenofonte usa el ejemplo de un caballo, que puede no tener ningún uso para una persona que no sabe manejarlo, pero todavía tiene un valor de cambio. A pesar de esto amplía la idea basada en el uso individual a un concepto social más general del valor a través del intercambio, aunque los académicos aseguran que esta no es una teoría del valor de mercado. En Ciropedia Jenofonte presenta lo que, en retrospectiva, puede considerarse como la base para una teoría del intercambio equitativo en el mercado. En una anécdota el joven Ciro es llamado para juzgar la justicia de un intercambio entre un niño alto y otro bajo. El muchacho alta fuerza al otro a intercambiar sus túnicas, ya que la del chico lato es demasiado corta para él, más corta que la del chico bajo, para quién su túnica resultaba demasiado larga. Ciro considera el intercamnio justo porque las túnicas resultan más apropiadas para ambos por sus longitudes. Los mentores de Ciro no se mostraron complacidos con su decisión basándose en que el intercambio no fue voluntario. Más adelante en la biografía, Jenofonte discute el concepto de división del trabajo haciendo referencia a los cocineros y trabajadores de una zapatería. Varios investigadores han advertido que las primeras notas de Adam Smith sobre este tema se pueden interpretar como una paráfrasis de la discusión de Jenofonte sobre el papel del carpintero como un "chico para todo" en las pequeñas ciudades y un especialista en las grandes ciudades. Adam Smith señalaría más tarde que la división del trabajo está limitada por la extensión del mercado. ¿Conocía A. Smith la obra de Jenofonte? Marx atribuye a la Ciropedia el origen de la idea de que la división del trabajo está correlacionada con el tamaño del mercado. Jenofonte también presenta un ejemplo de una ventaja mutua en el intercambio en una historia de la coordinación de Ciro al intercambiar el excedente de tierra d elos armenios, que eran pastores, y el excedente de tierra de los caldeos, que eran agricultores.
ECONÓMICO DE JENOFONTE
Traducción de The Economist. Aquí economista o economía se refiere a Economía doméstica. La obra es un diálogo entre Sócrates y Crito (o Critóbulus, Cristóbulus), quién no se sabe muy bien si fue discípulo o amigo de Sócrates.
Soc. Una vez oí al amo hablar sobre el tema de la economía de la siguiente manera. Dirigiéndose a Cristobulus dijo: ¿es la palabra "economía" como "medicina", "carpintería", "albañilería", "herrería" y otras, el nombre de un conocimiento o ciencia particular?
Crit. Si, así pienso.
Soc. Y así, como en los casos de las artes ya mencionadas, podemos afirmar la función más apropiada de cada una de ellas, de igual modo ¿podemos afirmar la función de la economía?
Crit. Pienso que este debería ser el trabajo de un buen economista (administrador de una propiedad), administrar su propia casa o propiedad.
Soc. Y suponiendo que le sea confiada la casa de otro hombre, ¿el economista sería capaz de realizar una gestión tan hábil como la suya propia de igual modo que un carpintero puede trabajar tan bien para los demás como para sí mismo? ¿Y esto debe ser realmente cierto también para el economista?
Crit. Si, así pienso, Sócrates.
Soc. Entonces no hay razón para que un experto en este arte, incluso si no posee riqueza propia, para que no le sea pagado un salario por regentar la casa, al igual que debería ser pagado si construyera una.
Crit. Ninguna en absoluto. Y debería ganar un buen salario si, después de pagar los gastos necesarios de la propiedad que le sea confiada, puede crear un excedente y mejorar la propiedad.
Soc. ¡Bueno! Y esta palabra "casa", ¿que debemos entender por ella? ¿Solo el domicilio? ¿O vamos a incluir todas las posesiones de un hombre afuera de la vivienda-lugar real? ¿Es la casa sinónimo del lugar-vivienda o debemos incluir todas las posesiones de un hombre fuera de su lugar-vivienda como parte de la casa o hacienda?
Crit. Ciertamente, en mi opinión todo lo que un hombre posee, aunque este situado en la otra parte del mundo de donde vive, forma parte de su propiedad.
Soc. ¿Todo lo que tiene? ¿Y si también tiene enemigos?
Crit. Si, me temo que alguna gente tiene gran cantidad de estos.
Soc. Bien, ¿Deberíamos decir que los enemigos de un hombre forman parte de sus posesiones?
Crit. ¡Una idea cómica de verdad! Alguien debería ser bastante bueno como para añadirse a mi stock de enemigos y, por ello, debería ser remunerado por sus amables servicios.
Soc. Porque sabes, estamos de acuerdo, que los bienes de un hombre son idénticos a sus posesiones.
Crit. Si, ciertamente. La parte buena de sus posesiones. Pero la parte mala no. Gracias de que no formo parte de parte de las posesiones de un hombre.
Soc. Tal como lo entiendo, ¿tu limitarías el término a lo que llamamos las posesiones útiles y ventajosas de un hombre?
Crit. Precisamente. Si tiene cosas que le perjudican, se deben considerar estas más bien una pérdida que una riqueza.
Soc. De lo anterior, aparentemente se deduce que si un hombre adquiere un caballo y no sabe como manejarlo, y cada vez que lo monta es lanzado y sufre daños, ¿el caballo no es parte de su riqueza?
Crit. No,ciertamente, si la riqueza implica prosperidad.
Soc. Y por la misma razón, ¿la tierra de un hombre no es su riqueza, por lo que las obras de su labranza solo le traen pérdida?
Crit. Verdadero. La madre tierra por sí misma no es una fuente de riqueza para nosotros, si en lugar de ayudarnos a vivir, nos ayuda a morir de hambre.
Soc. Y por un razonamiento parecido, las ovejas y el ganado pueden dejar de ser riqueza si, por la falta de conocimiento para tratarlos, su dueño los pierde. En ese caso, para él, ¿las vacas y ovejas no son riqueza?
Crit. Esta es la conclusión a la que llego.
Soc. Parece ser que mantienes la posición de que la riqueza consiste en cosas que benefician, mientras cosas que perjudican no son riqueza.
Crit. Exactamente.
Soc. ¿Las mismas cosas son o no son riqueza de acuerdo a si un hombre sabe usarlas o no? Por ejemplo, una flauta puede ser o no ser riqueza dependiendo de la habilidad para usarla, pues el mismo instrumento no es mejor que las piedras que pisamos para quién no está bastante capacitado... a menos que elija venderla.
Crit. Esa es justamente la conclusión a la que deberíamos llegar. Para las personas ignorantes de su uso, las flautas son riqueza como cosas vendibles, pero las posesiones que no están dirigidas a la venta, no son riqueza en absoluto [...] Las flautas en cuestión sin vender no son riqueza, y completamente inútiles: para convertirse en riqueza, deben ser vendidas.
Soc. Si. Suponiendo que el propietario sabe como venderla, suponiendo que la vende por algo que no sabe como usar, la mera venta de la flauta no la transformará en riqueza, según tu argumento.
Crit. Parece que dices, Sócrates, que el dinero en el bolsillo de un hombre que no sabe como usarlo no es por sí riqueza.
Soc. [...] Si un hombre usa su dinero para comprarse una amante en detrimento de sus bienes y su alma, ¿como le beneficia su dinero? ¿Que conclusión podemos extraer de ello?
Crit. Parece que dices, Sócrates, que el dinero en sí mismo, en los bolsillos de un hombre que no sabe como usarlo, no es riqueza.
Soc.Y entiendo que estás bastante de acuerdo con la verdad de nuestra proposición. La riqueza es, y solo es, lo que beneficia a un hombre. Obviamente, si un hombre usa su dinero para comprarse una amante, para el detrimento de su cuerpo, alma y hacienda, ¿Como ese dinero particular le va a beneficiar? ¿Que bien sacará de él?
Crit. Ninguno, a menos que admitamos que admitamos que una planta venenosa sea riqueza.
Soc. Dejemos el dinero pues [...] ¿Que diremos de los amigos? Si un hombre sabe como usarlos de modo que se beneficie de ellos, ¿que hay de ellos?
Crit. Forman parte de la riqueza, sin duda, y en un sentido más profundo que el ganado si, como suponemos, serán más beneficiosos para un hombre que su ganado.
Soc. Al parecer, según su argumento, los enemigos de un hombre pueden formar parte de su riqueza si sabe como sacar provecho.
Crit. En cualquier caso, esa es mi opinión.
Soc. Al parecer es parte de un buen economista saber como tratar con sus propios enemigos o con los de su empleador para sacar provecho de ellos.
Crit. Muy enfáticamente si.
Soc. De hecho, es evidente, que muchas personas privadas, por no decir cabezas coronadas, deben el incremento de su patrimonio a la guerra.
Crit. Bien, Sócrates, tu arguemnto puede ser mejorado; pero ahora viene un rompecabezas. ¿Que hay de la gente que tiene el conocimiento y el capital para mejorar sus fortunas, y se ponen manos a la obra.
Soc. Una vez oí al amo hablar sobre el tema de la economía de la siguiente manera. Dirigiéndose a Cristobulus dijo: ¿es la palabra "economía" como "medicina", "carpintería", "albañilería", "herrería" y otras, el nombre de un conocimiento o ciencia particular?
Crit. Si, así pienso.
Soc. Y así, como en los casos de las artes ya mencionadas, podemos afirmar la función más apropiada de cada una de ellas, de igual modo ¿podemos afirmar la función de la economía?
Crit. Pienso que este debería ser el trabajo de un buen economista (administrador de una propiedad), administrar su propia casa o propiedad.
Soc. Y suponiendo que le sea confiada la casa de otro hombre, ¿el economista sería capaz de realizar una gestión tan hábil como la suya propia de igual modo que un carpintero puede trabajar tan bien para los demás como para sí mismo? ¿Y esto debe ser realmente cierto también para el economista?
Crit. Si, así pienso, Sócrates.
Soc. Entonces no hay razón para que un experto en este arte, incluso si no posee riqueza propia, para que no le sea pagado un salario por regentar la casa, al igual que debería ser pagado si construyera una.
Crit. Ninguna en absoluto. Y debería ganar un buen salario si, después de pagar los gastos necesarios de la propiedad que le sea confiada, puede crear un excedente y mejorar la propiedad.
Soc. ¡Bueno! Y esta palabra "casa", ¿que debemos entender por ella? ¿Solo el domicilio? ¿O vamos a incluir todas las posesiones de un hombre afuera de la vivienda-lugar real? ¿Es la casa sinónimo del lugar-vivienda o debemos incluir todas las posesiones de un hombre fuera de su lugar-vivienda como parte de la casa o hacienda?
Crit. Ciertamente, en mi opinión todo lo que un hombre posee, aunque este situado en la otra parte del mundo de donde vive, forma parte de su propiedad.
Soc. ¿Todo lo que tiene? ¿Y si también tiene enemigos?
Crit. Si, me temo que alguna gente tiene gran cantidad de estos.
Soc. Bien, ¿Deberíamos decir que los enemigos de un hombre forman parte de sus posesiones?
Crit. ¡Una idea cómica de verdad! Alguien debería ser bastante bueno como para añadirse a mi stock de enemigos y, por ello, debería ser remunerado por sus amables servicios.
Soc. Porque sabes, estamos de acuerdo, que los bienes de un hombre son idénticos a sus posesiones.
Crit. Si, ciertamente. La parte buena de sus posesiones. Pero la parte mala no. Gracias de que no formo parte de parte de las posesiones de un hombre.
Soc. Tal como lo entiendo, ¿tu limitarías el término a lo que llamamos las posesiones útiles y ventajosas de un hombre?
Crit. Precisamente. Si tiene cosas que le perjudican, se deben considerar estas más bien una pérdida que una riqueza.
Soc. De lo anterior, aparentemente se deduce que si un hombre adquiere un caballo y no sabe como manejarlo, y cada vez que lo monta es lanzado y sufre daños, ¿el caballo no es parte de su riqueza?
Crit. No,ciertamente, si la riqueza implica prosperidad.
Soc. Y por la misma razón, ¿la tierra de un hombre no es su riqueza, por lo que las obras de su labranza solo le traen pérdida?
Crit. Verdadero. La madre tierra por sí misma no es una fuente de riqueza para nosotros, si en lugar de ayudarnos a vivir, nos ayuda a morir de hambre.
Soc. Y por un razonamiento parecido, las ovejas y el ganado pueden dejar de ser riqueza si, por la falta de conocimiento para tratarlos, su dueño los pierde. En ese caso, para él, ¿las vacas y ovejas no son riqueza?
Crit. Esta es la conclusión a la que llego.
Soc. Parece ser que mantienes la posición de que la riqueza consiste en cosas que benefician, mientras cosas que perjudican no son riqueza.
Crit. Exactamente.
Soc. ¿Las mismas cosas son o no son riqueza de acuerdo a si un hombre sabe usarlas o no? Por ejemplo, una flauta puede ser o no ser riqueza dependiendo de la habilidad para usarla, pues el mismo instrumento no es mejor que las piedras que pisamos para quién no está bastante capacitado... a menos que elija venderla.
Crit. Esa es justamente la conclusión a la que deberíamos llegar. Para las personas ignorantes de su uso, las flautas son riqueza como cosas vendibles, pero las posesiones que no están dirigidas a la venta, no son riqueza en absoluto [...] Las flautas en cuestión sin vender no son riqueza, y completamente inútiles: para convertirse en riqueza, deben ser vendidas.
Soc. Si. Suponiendo que el propietario sabe como venderla, suponiendo que la vende por algo que no sabe como usar, la mera venta de la flauta no la transformará en riqueza, según tu argumento.
Crit. Parece que dices, Sócrates, que el dinero en el bolsillo de un hombre que no sabe como usarlo no es por sí riqueza.
Soc. [...] Si un hombre usa su dinero para comprarse una amante en detrimento de sus bienes y su alma, ¿como le beneficia su dinero? ¿Que conclusión podemos extraer de ello?
Crit. Parece que dices, Sócrates, que el dinero en sí mismo, en los bolsillos de un hombre que no sabe como usarlo, no es riqueza.
Soc.Y entiendo que estás bastante de acuerdo con la verdad de nuestra proposición. La riqueza es, y solo es, lo que beneficia a un hombre. Obviamente, si un hombre usa su dinero para comprarse una amante, para el detrimento de su cuerpo, alma y hacienda, ¿Como ese dinero particular le va a beneficiar? ¿Que bien sacará de él?
Crit. Ninguno, a menos que admitamos que admitamos que una planta venenosa sea riqueza.
Soc. Dejemos el dinero pues [...] ¿Que diremos de los amigos? Si un hombre sabe como usarlos de modo que se beneficie de ellos, ¿que hay de ellos?
Crit. Forman parte de la riqueza, sin duda, y en un sentido más profundo que el ganado si, como suponemos, serán más beneficiosos para un hombre que su ganado.
Soc. Al parecer, según su argumento, los enemigos de un hombre pueden formar parte de su riqueza si sabe como sacar provecho.
Crit. En cualquier caso, esa es mi opinión.
Soc. Al parecer es parte de un buen economista saber como tratar con sus propios enemigos o con los de su empleador para sacar provecho de ellos.
Crit. Muy enfáticamente si.
Soc. De hecho, es evidente, que muchas personas privadas, por no decir cabezas coronadas, deben el incremento de su patrimonio a la guerra.
Crit. Bien, Sócrates, tu arguemnto puede ser mejorado; pero ahora viene un rompecabezas. ¿Que hay de la gente que tiene el conocimiento y el capital para mejorar sus fortunas, y se ponen manos a la obra.
2 comentarios:
Con que bibliografia lo hiciste?
Fuera agradable ver la fuente.
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