El diccionario online de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) incluye dos definiciones para la palabra mercantilismo:
- Espíritu mercantil aplicado a las cosas que no deben ser objeto de comercio;
- Sistema económico que atiende en primer término al desarrollo del comercio, principalmente al de exportación, y considera la posesión de metales preciosos como signo característico de riqueza.
En esta sencilla explicación (me refiero a la segunda acepción) ya están indicadas dos de las características principales del mercantilismo: el mercantilismo busca la promoción del comercio de exportación e identifica riqueza con metales preciosos.
El mercantilismo surgió en el siglo XVI y duró hasta mediados del XVIII, unos doscientos años y pico, aunque en Alemania y el este de Europa no llegó a existir, ya que esos países pasaron directamente de un feudalismo tardío y monetarizado (las Rentas de la tierra se pagaba en dinero y no en especie) y, por lo tanto, también mercantilizado, a la industrialización (especialmente Alemania). Fue a la vez un movimiento teórico y práctico, es decir, al mismo tiempo que se desarrollaba el "sistema mercantil" tal como lo llamó Adam Smith, se desarrolló su razonamiento. En esto y en su duración fue algo único. El liberalismo económico de Adam Smith y David Ricardo llamado Escuela Clásica, abogaban por la abolición (o al menos la reforma) de leyes como la de granos y la de pobres. Pasaron bastantes años hasta que lo consiguieron. De hecho Smith ya había muerto. En el mercantilismo no ocurrió algo parecido. Las prácticas mercantilistas nacieron en los despachos del poder de España, Francia e Inglaterra al mismo tiempo que los libros que propugnaban estas prácticas eran enviados a la imprenta.
El mercantilismo nació con la aparición de los estados nacionales. En España, el rey "mercantilista" por antonomasia fue Felipe II. Mientras su padre Carlos Primero de España y Quinto de Alemania, tal como nos enseñaron en el instituto (en realidad fue el emperador Carlos V del Sacro Imperio Románico Germánico) fue y gobernó como emperador, Felipe II gobernó su propio imperio (el español) como un rey nacional, y convirtió a España, y principalmente a Castilla en el centro del imperio. Su administración estuvo localizada en Madrid. Felipe II no visitó apenas sus territorios de fuera de la península y los administró a través de oficiales y virreyes quizá porque temía caer en el error de su padre, Carlos I, ausente de España durante los años de las rebeliones comuneras; quizá porque, a diferencia de su padre (que aprendió muy mayor el castellano) Felipe II se sentía profundamente español. Convirtió España en el primer reino moderno, realizó reformas hidráulicas (presa del Monnegre) y una reforma de la red de caminos, con posadas, con una administración (y una burocracia) desconocida hasta entonces, los administrativos de Felipe II solían tener estudios universitarios, principalmente de las universidades de Alcalá y Salamanca, la nobleza también ocupaba puestos, aunque en menor cantidad. Desarrolló mucho los ejércitos: creó la primera infantería de marina del mundo, la Armada Invencible, los tercios, creó muchas armas y tuvo los mejores generales; gastó enormes cantidades de dinero para crear y extender una red de espionaje, la mejor de su época, aplicando la tinta invisible y la escritura microscópica; Felipe II se comunicaba casi diariamente con sus embajadores, virreyes y oficiales repartidos por el imperio mediante un sistema de mensajeros que tardaba menos de tres días en llegar a cualquier parte de la península o unos ocho días en llegar a los Países Bajos; en 1567 reunió los documentos del estado de Aragón, Castilla e Italia en el castillo de Simancas, creando uno de los mayores archivos nacionales de su tiempo; Felipe II gustaba de contar con la opinión de un grupo selecto de consejeros; Felipe II desarrolló el gobierno mediante Consejos instaurado por su padre, y seguía siendo la columna vertebral de su manera de dirigir el estado. Aquí vemos ya una estructura estatal.
En cuanto a la situación económica, Felipe II fue el rey de su época que contó con más ingresos. Heredó de su padre una deuda de 20 millones de ducados, pero dejó a su sucesor 100 millones de deuda. Declaró tres bancarrotas y renegoció y reestructuró la deuda con sus acreedores convirtiendo la deuda a corto a largo plazo, emitiendo juros, como se llamaba entonces a los bonos.Pero la causa de esta deuda no fue los escasos fondos, ya que aumentó los impuestos existentes y creó varios impuestos nuevos. Esto no fue suficiente. Las aventuras militares de rey español llevó al Estado a la ruina. En los últimos años de su reinado aumentó tanto los impuestos que arruinó a las ciudades y al campo.
Lo más importante aquí es, además de los avatares de la política diaria, ver unas pocas pautas que se repetirán en los demás estados nacionales:
- aumento del poder real y paralela disminución de poder nobiliario. Solo compartió el poder con las varias Asambleas, como las Cortes de Aragón o de Castilla, a las que solo convocaba para pedir dinero;
- creó toda una infraestructura estatal con diversos fines políticos;
- intervino o desató muchas guerras;
- no tuvo problemas para endeudarse, a pesar de la posición de la Iglesia sobre la usura;
- a pesar de denominarse el "rey católico", restó poder a la Iglesia y
- durante su mandato, entró gran cantidad de oro y plata procedente del Nuevo Mundo, lo que daría lugar a la aparición del mercantilismo español.
Wikipedia en español dice sobre el mercantilismo que se caracterizó por una fuerte injerencia del Estado en la economía, y remite a un enlace sobre el intervencionismo estatal, pero el enlace no aclara mucho. Hasta el siglo XVI prácticamente no había estado. Habían leyes y gentes que las hacían aplicar (jueces). A finales del siglo XV y principios del XVI nacen algunos de los Estados europeos. Anteriormente, la nobleza terrateniente tenían la mala costumbre de, cuando les venía en gana, desafiar y guerrear contra su rey. De ahí viene la famosa y triste lista de los reyes godos, ya que el lucir una corona era una invitación a ser degollado por un hermano, primo, un hijo o un noble cualquiera. Así por ejemplo, en el reino arriano de Tolosa, en el año 415 hubieron tres reyes: Ataúlfo (410 - 415), que fue asesinado; Sigerico (415), quién gobernó solo durante 7 días, pero le alcanzó el tiempo para mandar matar a los seis hijos de su antecesor y atacó sin piedad a Gala Placidia, viuda de Ataúlfo, y que fue asesinado por los partidarios de Ataúlfo; y Walla (415 - 418), que según parece murió de muerte natural. Comparemos esto con Felipe II, que fue rey de España desde 1556 hasta su muerte (natural) en 1598, es decir, 42 años.
Se podría decir que este ejemplo está muy pillado por los pelos, porque los pueblos germánicos tenían por costumbre elegir a sus reyes democráticamente de entre ellos y que el rey no era más que un primus inter pares, un primero entre iguales. También se podía argumentar que entonces era el imperio romano y no la época medieval. Pues pongamos otro ejemplo: Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid campeador, que pese a no ser ni noble con título (solo era caballero, es decir, de alta cuna, hijo de un infanzón), desafió y traicionó dos veces a su rey, Alfonso VI y fue desterrado la segunda vez. Tras conquistar diversas plazas del Levante español, conquistó Valencia el 17 de junio de 1094.
Un rey muy anterior a Felipe II de España que reforzó el poder real fue Felipe IV de Francia, llamado el Justo (1268 - 1314). Reforzó el poder de la monarquía a cualquier coste, creó una burocracia profesional de juristas, expulso a los judíos de sus territorios, envileció la moneda, movió el Papado desde Roma hasta Avignone y nombró papa a Raymond Bretrand de Got a la sazón arzobispo de Bourdeaux como Clemente V. Con la colaboración del Papa títere, arrestó a los caballeros templarios reunidos en París por el pontífice mediante un engaño y los liquidó a todos, mediante acusaciones de herejías, apostasía, idolatría, de escupir en la cruz, homosexualidad, rituales obscenos, corrupción, secretismo y fraude. Los que sobrevivieron a las matanzas fueron torturados y muchos confesaron sus "pecados". Con ello se apropió de todos los bienes de los Templarios. Acuciado por sus enormes gastos militares, impuso impuestos a la feria de Champagne. Peleó con el rey inglés Eduard I y le arrebató Normandía.
Pero lo más innovador de Felipe IV el Justo es que inauguró el sistema de tributación regular en Francia. Antes de él, no hubieron impuestos regulares. ni en Francia ni en ningún lugar del mundo. En la época medieval los impuestos estaban constreñidos por la institución de la propiedad privada. Antes de él, los ingresos reales provenían de las rentas de sus propiedades, derechos reales y peajes, que eran tasas y no impuestos. En el caso de necesidades financieras improvistas, generalmente por guerras, el rey podía, además de requerir ayuda en armas invocando el derecho real de ayuda feudal, pedir subvenciones a sus vasallos. Pero esa ayuda financiera se pedía, más que exigirla. Pero ay del noble que se la negara; si su rey resultaba vencedor, seguro que la venganza sería dura. Pero al instaurar impuestos regulares recaudados por funcionarios públicos llamados recaudadores, Felipe IV de Francia se saltó el poder de los nobles en sus feudos y obtuvo sus ingresos extrayéndolos directamente de los campesinos y artesanos. Como en aquella época los campesinos aún estaban en una economía no monetizada e intercambiaban sus bienes sin usar el dinero, la exacción de impuestos monetarios supuso una doble carga sobre los campesinos, pues se veían obligados a vender una parte de sus cosechas a comerciantes. Se establecieron impuestos sobre todas las transacciones, pero especialmente sobre las bebidas (cerveza y vino), sobre la sal y la lana inglesa. Los nuevos impuestos, que nacieron como provisionales, se convirtieron en permanentes.
Así pues, frente a la dispersión del poder en los siglos anteriores, la época mercantilista se caracterizó por una concentración del poder en manos reales. Pero también por la intervención del naciente estado en la economía.De este modo y muy lentamente se pasa de la época medieval, dispersa y centrada en lo local, a la monarquía absoluta y centralizada. La aparición del mercantilismo estuvo muy vinculada al nuevo tipo de poder real, centralizado y autocrático, que necesitaba cada vez más de una creciente masa de funcionarios y de consejeros reales, que de alguna manera son el caldo de cultivo del mercantilismo.
Un rey muy anterior a Felipe II de España que reforzó el poder real fue Felipe IV de Francia, llamado el Justo (1268 - 1314). Reforzó el poder de la monarquía a cualquier coste, creó una burocracia profesional de juristas, expulso a los judíos de sus territorios, envileció la moneda, movió el Papado desde Roma hasta Avignone y nombró papa a Raymond Bretrand de Got a la sazón arzobispo de Bourdeaux como Clemente V. Con la colaboración del Papa títere, arrestó a los caballeros templarios reunidos en París por el pontífice mediante un engaño y los liquidó a todos, mediante acusaciones de herejías, apostasía, idolatría, de escupir en la cruz, homosexualidad, rituales obscenos, corrupción, secretismo y fraude. Los que sobrevivieron a las matanzas fueron torturados y muchos confesaron sus "pecados". Con ello se apropió de todos los bienes de los Templarios. Acuciado por sus enormes gastos militares, impuso impuestos a la feria de Champagne. Peleó con el rey inglés Eduard I y le arrebató Normandía.
Pero lo más innovador de Felipe IV el Justo es que inauguró el sistema de tributación regular en Francia. Antes de él, no hubieron impuestos regulares. ni en Francia ni en ningún lugar del mundo. En la época medieval los impuestos estaban constreñidos por la institución de la propiedad privada. Antes de él, los ingresos reales provenían de las rentas de sus propiedades, derechos reales y peajes, que eran tasas y no impuestos. En el caso de necesidades financieras improvistas, generalmente por guerras, el rey podía, además de requerir ayuda en armas invocando el derecho real de ayuda feudal, pedir subvenciones a sus vasallos. Pero esa ayuda financiera se pedía, más que exigirla. Pero ay del noble que se la negara; si su rey resultaba vencedor, seguro que la venganza sería dura. Pero al instaurar impuestos regulares recaudados por funcionarios públicos llamados recaudadores, Felipe IV de Francia se saltó el poder de los nobles en sus feudos y obtuvo sus ingresos extrayéndolos directamente de los campesinos y artesanos. Como en aquella época los campesinos aún estaban en una economía no monetizada e intercambiaban sus bienes sin usar el dinero, la exacción de impuestos monetarios supuso una doble carga sobre los campesinos, pues se veían obligados a vender una parte de sus cosechas a comerciantes. Se establecieron impuestos sobre todas las transacciones, pero especialmente sobre las bebidas (cerveza y vino), sobre la sal y la lana inglesa. Los nuevos impuestos, que nacieron como provisionales, se convirtieron en permanentes.
Así pues, frente a la dispersión del poder en los siglos anteriores, la época mercantilista se caracterizó por una concentración del poder en manos reales. Pero también por la intervención del naciente estado en la economía.De este modo y muy lentamente se pasa de la época medieval, dispersa y centrada en lo local, a la monarquía absoluta y centralizada. La aparición del mercantilismo estuvo muy vinculada al nuevo tipo de poder real, centralizado y autocrático, que necesitaba cada vez más de una creciente masa de funcionarios y de consejeros reales, que de alguna manera son el caldo de cultivo del mercantilismo.
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